Nadal barre a Sonego y ya está en octavos de Wimbledon

Rafa Nadal cuajó su mejor partido de esta edición y en menos de dos horas despachó al italiano (6-1, 6-2, 6-4)

En octavos Nadal se medirá al neerlandés Botic Van De Zandschulp, que eliminó a Richard Gasquet (7-5, 2-6, 7-6, 6-1)

Nadal, durante el duelo contra Sonego

Nadal, durante el duelo contra Sonego / EFE

Roger Payró

Un huracán llamado Rafael Nadal pasó por la pista central de Wimbledon para asegurarse el jugar la segunda semana del torneo, donde no falla desde 2015 y lo hará por décima vez en su carrera. De hecho, en sus últimos 20 Grand Slams siempre ha superado los primeros siete días, ahí es nada. El balear barrió al italiano Lorenzo Sonego en tercera ronda (6-1, 6-2, 6-4) en el que ha sido su mejor partido hasta la fecha en el pasto londinense. El lunes se medirá al neerlandés Botic Van De Zandschulp, que eliminó por su parte a Richard Gasquet (7-5, 2-6, 7-6, 6-1).

Haber llegado al ‘major’ británico sin apenas rodaje era un hándicap para Nadal. Parece que tras tres años sin pisar la hierba el manacorí está realizando el período de adaptación a la superficie a medida que va avanzando el torneo. Solo jugó en la exhibición de Hurlingham antes de debutar ante Cerúndolo, que le complicó y mucho la vida. Tampoco fue fácil contra Berankis en segunda ronda. El argentino y el lituano consiguieron arañar un set a Nadal, que frente a Sonego activó el modo apisonadora. Aún no se lo habíamos visto en el All England Club.

Comienzo demoledor

El inicio ya fue sintomático de que Rafa no estaba para más sufrimientos. Nunca se había medido al tenista turinés, de 27 años y 54º en el ranking, y su carta de presentación no fue moco de pavo: no cedió ni un punto con la bola en acción con su servicio –solo regaló dos dobles faltas- y al resto rompió dos veces para apuntarse el parcial por 6-1 en menos de media hora.

El segundo set siguió por los mismos derroteros y repitió la doble rotura en los albores del mismo para encarrilar la manga por otro marcador contundente (6-2). Fue un calco de la primera, aunque diez minutos más larga. Sonego no encontraba la manera de entrar en el duelo y su cara era todo un poema. Nadal, intratable, dominaba todas las facetas del juego e iba camino de la victoria por la vía rápida.

En el tercer parcial el italiano revivió la pesadilla perdiendo nuevamente el saque pero recibió una ayuda del cielo. La falta de luz que empezaba a producirse en la central motivó que el duelo se parara con 2-4 a favor del manacorí y servicio para el transalpino. Justo antes se había producido el primer punto medianamente largo en el que Sonego pudo plantar cara al español. 21 golpeos completaron en un rally que terminó cayendo a favor del balear.

Techo cerrado

La organización decidió cerrar el techo y terminar el encuentro con luz artificial. Ahí se produjo el único conato de reacción de Sonego. Se apuntó el juego después de un cuarto de hora de parón –tuvieron que calentar incluso un poco para volver a entrar en calor- y luego rompió a cero al saque de Nadal. Hasta aquí, dijo Rafa. El balear hizo el contrabreak a renglón seguido y cerró el duelo con su servicio.

Duelo casi perfecto el de Rafa, que con apenas 80 puntos ganados le bastó para cerrar el pase en menos de dos horas. Es la menor cantidad sumada por el mallorquín para lograr un triunfo en toda su carrera en Wimbledon –contando partidos completados-, lo que refleja hasta qué punto fue superior.

Hubo una pequeña polémica al final cuando Sonego gritó en algunos momentos con la pelota en juego, algo que Nadal, con buenos modales, le reprochó. Lo comentaron al acabar en la red. No pasó de eso. 

Este lunes tocará Van De Zandschulp. Con él se vio las caras en tercera ronda de Roland Garros. En París Rafa le ganó cómodamente en tres sets, aunque el neerlandés cobra más peligro en hierba. De avanzar de ronda, Kubler o Fritz serían su rival en cuartos, donde el estadounidense sería un rival para tomar más en serio. Lo cierto es que el camino le ha quedado bastante despejado hasta la final con la caída de varios cabezas de serie. Su 23º Grand Slam es el objetivo.