Mintegi, premio a la constancia

El domingo pasado, los habitantes de Idiazabal, municipio conocido por sus genuinos quesos, se reunieron para apoyar a la que es ya una de sus vecinas más ilustres. Nadie en la pequeña villa al sur de Guipúzcoa quería perderse la final que iba a disputar Ane Mintegi en el All England Club. Sus padres, emocionados, ocupaban la primera fila en el pequeño escenario montado para la ocasión, y Ane no falló.

La joven tenista, de solo 17 años, entró en la historia del tenis español remontando su partido ante la alemana Nastasja Schunk (2-6, 6-4, 6-1) y consiguiendo la corona de Wimbledon en categoría júnior. Tomaba el relevo de Magüi Serna, la otra única española en alcanzar esa final sub-18 en Londres, que se quedó sin premio tras caer en la final de 1996 ante Amélie Mauresmo. Un triunfo con el que inscribió su nombre al lado del de Manolo Orantes y Alejandro Davidovich, los otros dos españoles que han logrado el título júnior individual. “Para mí esto es muy especial. Me he convertido en la primera tenista española en poder ganar Wimbledon... Estoy muy contenta”, afirmó Mintegi.

Con un look algo alejado de lo habitual en el circuito, con el pelo suelto y unas gafas graduadas de uso convencional -al más puro estilo Martina Navratilova-, la guipuzcoana puso el domingo la primera piedra de lo que puede ser una gran carrera. Todo un premio a su gran pasión, el tenis. Y es que Mintegi, que empezó en el frontón, se pasó al tenis con ocho años y desde entonces no ha dejado de pelear por su sueño. 

Su trabajo le ha llevado hasta el puesto 27 del ranking en su categoría, justo antes de ganar la final. Ahora, aspira a seguir los pasos de una de sus referentes, la australiana Asleigh Barty, quien, ya ganó en su día Wimbledon junior y este 2021 se ha hecho con el título en categoría absoluta.