Isner y Anderson protagonizan la semifinal más larga de un Grand Slam

Anderson entra en la historia de Wimbledom

Anderson entra en la historia de Wimbledom / AFP

Cristina Moreno

Andersen e Isner se abonaron hoy a la épica en uno de los encuentros más largos de la historia del deporte de la raqueta. El resultado fue lo de menos en un partidoen el que se llegó al quinto set con un 26-24.

Seis horas y 36 minutos y el aplauso del público de la Centre Court del All England Club. Eso es lo que se llevaron los dos tenistas que hoy entran en la historia del Wimbledom al protagonizar el segundo partido más largo de la su historia y la semifinal más larga de la historia del Grand Slam. Un quinto set que se alargó hasta el juego 26-24 que duró casi tres horas.  Anderson, de 32 años y 58 días, octavo del mundo, finalista del Abierto de EE.UU. el año pasado y verdugo del suizo Roger Federer en cuartos tras otra remontada épica, fue el más fuerte.

Chispeando, con el cielo negro barruntando tormenta, y con ambos jugadores agotados, devorando plátanos y chocolatinas para mantenerse, ingiriendo líquidos sin cesar, disparando sus tiros como podían acabó un partido histórico, que el público de la central presenció sin moverse, atenazados por el dramatismo. El jugador de Johannesburgo se ha convertido así en el primer surafricano en alcanzar la final de Wimbledon desde Brian Norton en 1921. Kevin Curren, nacido en Durban, disputó la de 1985 contra el alemán Boris Becker, pero dos años antes había cambiado a estadounidense.

Ante este 'hombre maratón', Anderson ganó los dos últimos sets, los únicos en los que no hubo desempate, con una rotura final en el juego 49, cuando el de Greensboro daba señales de calambres en sus piernas y cabizbajo sabía que se le escapaba la oportunidad de disputar su primera final de un Grand Slam. En ese juego, Anderson cayó al suelo y fue capaz de levantarse, devolver la bola y luego ganar el punto. Y el público de la central rugió entusiasmado.

Isner acabó con 53 saques directos, (214 en el total del torneo), batiendo el récord del croata Goran Ivanisevic, de 212, instaurado en 2001 cuando ganó el título convirtiéndose en el primer y único campeón que lo lograba como invitado especial, pero no le valió para tumbar a Anderson.

El honor de haber jugado el encuentro más largo de la historia está en manos de uno de los protagonistas de hoy, Isner, que jugó entre el 22 y el 24 de junio 2010 un encuentro de 11 horas y cinco minutos, en el que esa vez si resultó ganador tras disputarse un 60-78. Fue ante Nicolas Mahut.