Querrey demolió la defensa de Andy Murray

Sam Querrey es el primer semifinalista de Wimbledon 2017. Y lo es por la puerta grande, tras tumbar al defensor del título y número uno del mundo, Andy Murray, por 3-6, 6-4, 6-7 (4), 6-1 y 6-1 en dos horas y 42 minutos.

El estadounidense ya dio un aviso el año pasado al apear en tercera ronda a otro número uno, Novak Djokovic, que llegaba, además, con la confianza de haber ganado el título en Roland Garros.

Murray empezó con fuerza, reforzado por sus 25 victorias consecutivas sobre tenistas estadounidenses (no perdía desde la segunda ronda de Miami 2011 frente a Alex Bogomolov) pero fue perdiendo fuelle a medida que fue avanzando el partido, lastrado por su físico que acabó atenazándole también a nivel mental. 

Por contra Querrey no perdió en ningún momento la fe, ni siquiera cuando las cosas no le iban bien, y poco a poco fue encontrando su ritmo de juego y sus golpes, en especial, su saque y su gran derecha. 

La estocada definitiva llegó en el cuarto parcial, cuando, después de anotarse el juego inicial, el británico cedió nueve 'games' consecutivos.

Era evidente que Murray tenía problemas físicos. Apenas se movía, llegaba tarde a las bolas, no podía. La cadera, que le tuvo entre algodones en los días previos a Wimbledon,

Querrey se estrenará en las semifinales de un Grand Slam frente al vencedor del duelo entre el croata Marin Cilic y el verdugo de Rafa Nadal, el luxemburgués Gilles Muller. Habrá finalista inédito en la zona alta de la tabla. 

El tímido Sam es el primer semifinalista de su país en Wimbledon desde 2009 (Andy Roddick). "Es un sueño que se ha hecho realidad: estar en semifinales y, además, en Wimbledon, lo que lo hace todavía más especial", admitió el californiano.

Pese a su derrota, Murray todavía puede conservar su número uno a la conclusión de Wimbledon... siempre que Novak Djokovic no levante por cuarta vez el trofeo de campeón en el All England Club.