La Vuelta entra en una semana decisiva con la gran cita del Angliru

Imagen de archivo de una subida al Angliru

Imagen de archivo de una subida al Angliru / EFE

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

La Vuelta a España 2020 entra en una semana decisiva con la gran cita del Angliru La Vuelta, que ha descansado hoy, retoma el martes la competición pendiente de unas etapas por la Rioja y Asturias que deben ser decisivas de cara al desenlace final de la carrera. El Angliru, que se asciende el próximo domingo, en principio sin lluvia y con un tiempo más primaveral que otoñal, se convierte, de nuevo, en juez de una ronda española antes del inicio de la tercera y última semana de competición.

Tras unos inicios marcados por el mal tiempo, con todos los elementos que invitan a cualquier otra cosa que a montar en bici, viento, lluvia y frío, los corredores estarán de enhorabuena porque, al menos y si no hay cambios no deseados, el viaje del fin de semana por las cumbres asturianas estará acompañado de buen tiempo y hasta de una temperatura por encima de los 20 grados que, en este caso, sí que invita a pedalear.

Pero no solo el Angliru aguarda con ánimo vengativo la llegada de los corredores, ya que hay otras dos citas interesantes y que pueden también ser determinantes en la lucha por el jersey rojo. El miércoles llega la subida a Moncalvillo, una cima riojana que es inédita en la historia de la carrera y que se presenta con 8,3 kilómetros de subida y desniveles que alcanzan el 15% a un promedio en toda el ascenso del orden del 9,2%.

Y, el sábado, como previa al Angliru, en el estreno asturiano de la Vuelta llega la etapa de La Farrapona, que incluye las subidas previas a dos cimas habituales del Principado como son La Cobertoria y San Lorenzo.  La Farropona se describe como un puerto más largo (16 kilómetros) que duro, puesto que el porcentaje medio no llega al 7% y los máximos desniveles tampoco superan el 13%.

En cambio todo el panorama cambia en los últimos 7 kilómetros de subida al Angliru, 'El Infierno' de Asturias, sello y joya de la corona de la Vuelta, la montaña más temible por su dureza que solo es comparable, entre las montañas ciclistas más famosas al Mortirolo italiano. Desde que el Chava Jiménez conquistó su cima por primera vez en 1999 y Alberto Contador se proclamó hace tres como el último vencedor y único ciclista que ha ganado dos veces en su cumbre, el Angliru se ha convertido en el principal atractivo de la ronda española, superando con creces a otra subida asturiana histórica en términos ciclistas como son los Lagos de Covadonga.

EL ANGLIRU, EL DOMINGO

La etapa del domingo, sin embargo, será corta en cuanto a kilometraje (109), aunque incluirá una complicación extra como es el paso previo por el Cordal. La zona más complicada del Angliru se encuentra en la denominada Cueña les Cabres cuyos porcentajes alcanzan el 23,5 por ciento, un lugar en el que si por cualquier incidente el corredor se desequilibra resulta prácticamente imposible volver a subir a la bici. 

Este año, desgraciadamente y debido a la pandemia, el puerto estará cerrado al público. La Cueña les Cabres se llena de espectadores, los que suelen dar empujones a los corredores que, cansados o porque no se juegan nada, viajan en el denominado 'autobús'. El domingo no les quedará otra que dar pedales sin el auxilio de manos amigas en forma de aficionados.