Viviani se impone en el paseo triunfal de Yates

Viviani venció en Madrid.

Viviani venció en Madrid. / sport

Christian Blasco

Elia Viviani (Quick-Step) se alzó con el triunfo en la última jornada de la Vuelta a España. El italiano se impuso al sprint en un día en el que todas las miradas se centraron en Simon Yates (Mitchelton-Scott), coronado en Madrid como gran vencedor de la Vuelta a España 2018.

El corredor británico disfrutó de un día idílico y soñado, recibiendo felicitaciones por doquier, fotografiándose con sus compañeros y rivales y, sobretodo, subiendo al podio de Madrid para enfundarse por última vez el jersey rojo, aquel con el que se ha confirmado como uno de los grandes ciclistas del pelotón internacional.

El triunfo en La Vuelta hace que Yates abandone el cartel de promesa para confirmarse como una realidad. Desde sus inicios quedó claro que tanto él como su hermano podían ser dos corredores importantes para el ciclismo británico. Simon empezó compaginando el ciclismo en ruta con la pista, donde también destacó alzándose con el Campeonato del Mundo en la categoría de puntuación, en 2013. Un año después, el ciclista nacido en Bury pasaría a profesionales con el equipo Orica-GreenEdge (actual Mitchelton-Scott).

Desde entonces la progresión de los gemelos ha sido espectacular. Ambos empezaron destacando en clásicas de media montaña, pero su mejoría en la crono y la alta montaña les ha llevado a competir también en las grandes vueltas. Fue Adam el primero en destacar en este tipo de carrera, logrando terminar con un meritorio cuarto puesto en el Tour de Francia de 2016 y empezando a mostrar el poderío real de los hermanos.

Un líder valiente

Olvidado ya el problema administrativo que provocó su positivo en 2016, Simon Yates afrontó este año como el de su confirmación. Aprendida la lección del Giro de Italia, donde perdió el liderato con una debacle histórica en la 19ª etapa, el británico llegó a la Vuelta como uno de los favoritos.

Tras demostrar su buen estado de forma, Simon se exhibió en las jornadas decisivas, incluyendo un triunfo de etapa en Les Praeres. Con el liderato en su mano y con todos los rivales buscando derrocarle, el ciclista de 24 años mostró una valentía asombrosa, atacando cada vez que se quedaba sin equipo y mostrando su poderío en Andorra. 

El futuro está aquí

Junto a los hermanos Yates (26 años), esta Vuelta ha servido para encumbrar a varios jóvenes corredores que han dado un paso adelante y que apuntan a dominar las vueltas de tres semanas en el futuro más próximo.

El más destacado ha sido Enric Mas (Quick-Step), que con 23 años y en un equipo preparado para trabajar para Viviani en los sprints ha sido capaz de terminar segundo en la general. El corredor balear, al que el propio Alberto Contador ha nombrado como su sucesor, llegó con el objetivo de lograr un top-10, pero su buen momento en la última semana le permitió luchar por todo hasta el final. El ciclista español ha mostrado gran habilidad en la lucha contra el crono y ha sido el mejor corredor (junto a Simon) cuando la carreretera ha ido para arriba. Características que le convierten en un nombre a tener en cuenta en el próximo Tour de Francia, donde ya ha dicho que le gustaría participar.

Por su parte, Miguel Ángel López (Astana), de 24 años, ha completado el jovencísimo podio de La Vuelta. Al contrario que Mas, el colombiano ya había demostrado que tenía capacidad para luchar con los mejores en la montaña. El de Astana ha sido el ciclista más valiente, buscando atacar desde lejos aunque las fuerzas no le acompañaran.