La Volta a Catalunya descubre a otro fenómeno

El danés Andreas Kron, nacido en 1998 como Pogacar, se impone en Calella y se viste de líder

El joven corredor del Lotto supera en la meta a Luis León Sánchez, 15 años mayor

Kron posando con el premio de vencedor de la etapa

Kron posando con el premio de vencedor de la etapa / AFP

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

La nueva generación pisa fuerte, tanto que está dispuesta a aplastar a los que viendo sus victorias ya se sienten viejos para subirse a una bici y pedalear a su lado. Parecen niños. Solo tienen 22 años. Nacieron en 1998, algunos de sus rivales llevaban ya temporadas y temporadas moviendo pedales por carreteras de medio mundo, pero no hay quien pueda con ellos. Si en el Tour de Francia, y en todas las carreras que le da la gana, era y es Tadej Pogacar, en la Volta a Catalunya el vencedor se llama Andreas Kron y como el fenómeno esloveno es de su misma quinta y corre como si el ciclismo fuera una poesía cargada de futuro.

Quiso y no pudo, quiso y se siento quizá cerrado para disputar el esprint en Calella. Quiso y no pudo Luis León Sánchez que tenía 15 años cuando Kron nació en Dinamarca. Y ese niño danés, con sus ruedines, con su triciclo, en el parque protegido por sus padres, en sus primeros equilibrios para no irse al suelo, ese niño solo tenía 5 años cuando Luisle ya se vistió con el maillot del equipo ONCE y solo 7 cuando el ciclista murciano disputó su primer Tour al lado de Alberto Contador, otra promesa, en una época, ya pasada, en la que los ciclistas con esa edad solo eran corredores que iban a carreras como la Volta, y no digamos el Tour, para aprender y formarse al lado de los más experimentados.

KRON, LÍDER DE LOTTO

Pero ahora, no, ahora se presentan en cualquier carrera, les ponen a la espalda el dorsal acabado en uno, el que corresponde al jefe de filas, el que lleva Kron como líder del Lotto belga en la Volta, se cuelan en la fuga buena y sin que se asusten esprintan no solo para ganar, no solo para superar al hermano mayor, en este caso Luisle, sino para vestirse con el primer jersey de líder de la carrera.

“Es maravilloso pertenecer a esta generación de grandes corredores. Es un grupo de ciclistas que ha llegado fuerte”. Han llegado para quedarse y para dominar. Han venido, como es el caso de Kron, autor de la frase, para demostrar que Pogacar, ausente de la Volta, no pedalea solo y no es una flor que ha crecido en un medio de un terreno de piedras. Son muchos más, son la generación que se ha hecho fuerte en medio de una pandemia hostil que impide que la gente los aplauda en las metas donde levantan los brazos como triunfadores de una etapa.

LA VOLTA, SIN PÚBLICO

Hay que verlos por la tele o situarse discretamente en puertos de montaña como Santa Fe del Montseny, con su estampa de nieve, aparcando el coche y casi escondiéndose para que no te vean los Mossos, casi como si estuvieras cometiendo un delito para ver y aplaudir a unos ciclistas, como se había hecho toda la vida hasta que llegó el covid.

Por eso, Kron y los de su clase no se asustan con el griterío del público, aunque seguramente les daría igual ver, llegar y vencer en una meta de Calella plagada de espectadores.

Luis León Sánchez lo intenta. Hace unas pocas temporadas, cuando ganaba etapas del Tour y hasta la París-Niza, difícilmente se le habría escapado una oportunidad como la que se le presentó en Calella. Pero entonces no existían estos chavales que revolucionan el ciclismo, que no saben participar en una carrera como la Volta como si fuera un entrenamiento con dorsal como hacía Miguel Induráin a su edad. Ellos no se arrugan. Ellos ganan y dejan a los viejos, a los que tienen ya 37 años como Luisle, con la miel en los labios y los privan del placer de volver a subir a un podio del que eran asiduos cuando una victoria como la de Calella difícilmente se les habría escapado.

Corren tiempos nuevos y hay que familiarizarse con los nombres de esta generación que aprieta y mucho. Que sabe protegerse durante los kilómetros iniciales de la primera etapa de la Volta, cuando da igual el paisaje, y que cuando llega la hora del esprint actúa como verdaderos veteranos como si hicieran años que ganan en todas partes cuando no hacen otra cosa, como es el caso de Kron, que conseguir su primera victoria en una carrera World Tour, en la edición 100 de la Volta.

Y este martes, bajo la disciplina de la contrarreloj, en Banyoles, otro chico de 1998, portugués, de nombre Joâo Almeida, que ya fue líder del Giro, se augura como candidato a liderar la Volta. Ellos ganan y los demás miran.