Llega el 'circo' de la Volta

La Volta ha empezado con un pueblo lleno de vallas y las calles cortadas, como si se tratase del Tour de Francia

No actúa en este circo de sorpresas deportivas, Adam Yates, ganador el año pasado, que se ha quedado en Andorra

El UAE, con su plantilla para la Volta

El UAE, con su plantilla para la Volta / EFE

Sergi López-Egea (Sant Feliu de Guíxols)

Pasen y vean, mayores y chicos. Pasen y entren en el maravilloso mundo del circo del ciclismo. Hoy, la

Volta a Catalunya y mañana, el Tour. Pasen y vean a los ciclistas, que ahora, aunque todavía no del todo, ya casi casi se les puede tocar, aunque aún se muevan con esas condenadas mascarillas.

En el circo de la Volta hay artistas de diferentes edades. Está, por ejemplo, Juan Ayuso, quien a sus 19 años todavía muestra, al menos lo que la mascarilla permite adivinar, el azote del acné juvenil. En cambio, a Alejandro Valverde de acné juvenil le queda poco, aunque siga siendo el más aplaudido y deseado por el público de SantFeliu de Guíxols.

Porque en Sant Feliu de Guíxols, con la constante amenaza de la lluvia, ha empezado la Volta con el pueblo lleno de vallas y las calles cortadas, como si se tratase del Tour, ese Tour que circuló por las carreteras del Empordà, camino de Barcelona, en 2009, también en otro día lluvioso. Entonces Sant Feliu hasta tuvo el honor de pasar a la historia del Tour como cota de cuarta categoría, la primera dificultad orográfica que se encontraron los corredores, camino de Montjuïc. Y en Montjuïc, también, acabará el domingo la Volta.

UN CIRCO SIN SOL

Es una ronda catalana que no parece que vaya a ser el circo del sol porque lluvia y frío, por lo menos no figura en el guion la nieve en los Pirineos, van a ser compañeros de los corredores durante una semana. Quizás este tiempo invernal en el inicio de la primavera ha llegado junto a los periodistas de la televisión noruega que con sus equipos móviles siguen a los corredores del equipo Uno X Pro, una joven escuadra, plagada de promesas nórdicas del pedal, que han debutado en una carrera World Tour. Catalunya es la primera, pero no la última. Y este estreno parece que ha creado un buen impacto mediático en tierras noruegas.

Y porque la mayoría de ciclistas participantes han podido llegar en coche desde su tierra de adopción, Andorra, mucho más cerca que Noruega. Uno de ellos ha sido Nairo Quintana, el último gran residente que ha fijado su domicilio en el pequeño país pirenaico. Ha dejado atrás Mónaco donde vivía mientras se disputaban carreras por Europa. En Mónaco pagan menos impuestos que en Andorra pero la vida, y sobre todo los alquileres, son mucho más caros.

No actúa en este circo de sorpresas deportivas, Adam Yates, ganador el año pasado, que se ha quedado en Andorra, aunque sí ha venido su hermano gemelo Simon, que además es uno de los favoritos para el triunfo final. Richie Porte, segundo en el 2020, llega el dorsal uno, en un equipo Ineos donde corre Carlos Rodríguez, solo 21 años y dispuesto a dar la sorpresa en la general. Y Pavel Sivakov, que ahora es francés, cuando siempre fue ruso, hasta que su país invadió Ucrania. Disponía de las dos nacionalidades y este mes, de repente, ya se ha convertido en una de las nuevas figuras del ciclismo francés.