LA HISTORIA

Lakatos: La fuerza del Norte

El tiempo ha borrado muchas huellas de este interior derecho nacido en Durango y que defendió la camiseta del FC Barcelona a principios de los años veinte

Lakatos: La fuerza del Norte

Lakatos con la camiseta del FC Barcelona / sport

DAVID SALINAS

José Landazabal Uriarte pasó a formar parte de la historia del FC Barcelona la temporada 1918-19. Pero no lo hizo con ninguno de sus dos apellidos. Ni con el nombre de pila... Fue conocido siempre como Lakatos. El tiempo ha borrado muchas huellas de este interior derecho nacido en Durango (en la calle Kalebarria s/n) el 18 de marzo de 1898, pero por todos los equipos que pasó destacó por su potencia, una generosa entrega sin límites y el gol. La fuerza del Norte...

Contaba el propio Lakatos en una entrevista al semanario ‘Foot-ball’, a mediados de marzo de 1919, que tendría unos 10 años cuando empezó a jugar en el Irala-Barri FC de delantero centro, “haciéndolo todos los partidos con alpargatas”. De allí pasó al Hispania, equipo con el que ganó, siendo el capitán, el campeonato de Infantiles a los 14 años, “también con alpargatas”. Poco después recaló en las filas del New Club, como interior por banda izquierda. No tenía problemas para adaptarse a cualquier posición de vanguardia o de la zona ancha. Tenía físico y cualidades para ello. Con el New Club ganó el campeonato de segunda categoría la temporada 1916-17. ¿También con alpargatas? –pregunta el periodista. “No, hombre, no. Aún peor, con las botas prestadas, pues siempre andaba de cara al viento” –responde Lakatos, dejando entrever que disfrutaba haciendo lo que más le gustaba y que no tenía demasiadas preocupaciones. Un tipo feliz.

El Athletic se fijó en él y lo incorporó a su equipo la temporada 1917-18 para sustituir a Zubizarreta. Recuerda que su primer partido como rojiblanco lo jugó contra el Arenas en un duelo correspondiente a la Copa de la Prensa: “Ganamos 2-1 y ése fue uno de los días que mejor he tenido, dando la victoria, pues estábamos empatados a un gol”.

La entrevista, que se desarrolla durante una comida en una terraza de Artxanda, no tiene desperdicio. Lakatos desconecta un instante para llamar al camarero: “¡Eh, chaval! El vino claro en porrón pero con gaseosa, sabes, de esa especial de Belmonte”. Delante aguardaba “una señora paella que quitaba el hipo y, a continuación, langostinos con salsa mayonesa y pollo asado con patatas fritas”.

Por aquel entonces ya era Lakatos, un apodo que nunca le gustó, como reconoció en 1919: “Me costó muchos disgustos... Hace unos cuatro años vinieron a jugar aquí el célebre equipo húngaro (Ferencvaros). Pues bien, en el once había un tal Lakatos (Imre Schlosser Lakatos) y que, según personas peritas en cuestión del físico, dijeron que yo era la misma hechura de él y de ahí comenzaron por llamarme Lakatos, Lakatos... y con sobrenombre quedé”.

Antes de iniciar su segunda temporada en el Athletic optó por la aventura de jugar en Catalunya. En Bilbao había conocido al ‘sportmen’ Paco Bru y éste le proporcionó la entrada en el equipo barcelonés de los Canadienses FC “en muy buenas condiciones”. Una frase que viene a corroborar que Lakatos jugaba donde más le pagaban. Fue uno de los primeros profesionales encubiretos del fútbol, llamados por aquel entonces ‘marrones’. Sin embargo, el conjunto de los Canadienses FC, promovido por la dirección de esta popular casa comercial con empleados de la misma, se disvolvió poco después. Algunas voces atribuyeron la desaparición a que resultaba poco serio que una empresa tuviera un equipo de fútbol, otros a que hubo denuncias por jugar con profesionales encubiertos, como Lakatos... En cualquier caso, el paso del jugador vasco por esta entidad fue efímero y los mejores futbolistas, rápidamente, buscaron acomodo en otros equipos. Eso sí, el director les dijo que, mientras siguieran cumpliendo, seguirían en la compañía.

Lakatos fue tentado por el Barça y debutó con la camiseta azulgrana el 15 de septiembre de 1918, en el Sabadell-Barça (1-2) en homenaje a Monistrol. Mantenía que fue en esta entidad donde había gozado de “mayorías simpatías”. Ganó dos Campeonatos de Catalunya (1918-19 y 1919-20) y una Copa (1919-20, no disputó la final). Y perdió la Copa 1918-19, contra el Arenas (5-2, al final de la prórroga) en Madrid el 18 de mayo de 1919. Ese día el Barça salió con Bru; Reguera, Costa; Torralba, Sancho, Blanco; Viñals, Lakatos, Martínez, Alcántara y Garchitorena.

La temporada 1920-21 la empezó en el Martinenc, equipo que jugó en el grupo B el Campeonato de Catalunya (segunda categoría). Siguió en el equipo del barrio de Sant Martí el curso 1921-22. Y jugó un tercer ejercicio, el 1922-23, conseguiendo el ascenso al grupo A después de ganar en la promoción al Avenç del Sport (1-1 y 1-0). Esa temporada se instauró por vez primera un campeonato de España entre los ganadores de segunda categoría y el Martinenc, después de superar los cuartos de final a la Balompédica Linense por incomparecencia, y al Racing Langreano en la semifinal, se alzó con el título el 13 de mayo de 1923 en Atocha, derrotando en la final al Esperanza de San Sebastián por 4-2. Jugaron Pallejà; Mariné, Costa; Comorera, Monfort, Besas; Vilar, Lakatos, Albadalejo, Barrachina y Rodríguez. Lakatos cerró el marcador a los 85 minutos, asegurando el triunfo para su equipo.

Pero Lakatos dejó el Martinenc y pasó nuevamente al FC Barcelona, reapareciendo el 27 de mayo de 1923 contra el Bishop Auckland (5-0, marcó un gol) en Les Corts, el mismo día que hizo su debut el meta húngaro Plattko. Jugó otro partido, contra el Gracia (2-1) el 24 de junio, en El Vendrell, con motivo de la inauguración del campo en esta localidad, pero ya no volvió a hacerlo nunca más.

Antes había reforzado al Espanyol en dos amistosos contra el Viktoria Zizcov, el 23 de marzo y el 14 de abril de 1923. Normal en un partido internacional, en el que pese al carácter amistoso, dar una buena imagen (ganar) era casi una cuestión de estado. Ficharía por el Espanyol la temporada 1923-24, pero antes, en agosto de 1923, jugó con la selección de Vizcaya un amistoso contra el Deportivo Oviedo (6-1). Y como jugador del conjunto blanquiazul jugaría con la selección de Catalunya un partido de homenaje a Gabriel Bau el 24 de febrero de 1924 contra el Avenç del Sport (4-5). Catalunya alineó a Ferrando; Coma, Montesinos; Querol, Helvig, Ròdenas; Vilar, Navarrete, Lakatos, Mauri y Juanico (Mairlot). Con el Espanyol fue tercero en el Campeonato de Catalunya.

Volvió al Martinenc las temporadas 1924-25 (salvándose del descenso en la promoción) y 1925-26 (perdiendo la categoría), equipo que siempre lo valoró y tuvo en gran estima. El 30 de junio de 1926 recibió un homenaje. El Martinenc se enfrentó a una selección de Barcelona, en la que había jugadores como Piera, Samitier o Alcántara. El equipo local goleó a los visitantes (6-1), firmando ‘Laka’ sus dos últimos goles como futbolista del Martinenc.

Dejó Catalunya a los 27 años para recalar en las filas del Gimnástico de Valencia (1926-27), pasando después por el Patria de Zaragoza (1927-28), con el que se enfrentó al FC Barcelona en la Copa (1-3 en El Arrabal, con gol suyo, y 7-0 en Les Corts). En 1928 regresó a su tierra para dar por finalizada su etapa como futbolista, pero volvió a engancharse, ahora en la Sociedad Deportiva Plentzia, debutando el 6 de mayo de 1929 en un partido contra el Gernika (0-0) junto a Gerardo Melzer. Los mentideros plentziarras hablaron del “científico Lakatos”, curtido entonces en cientos de batallas futbolísticas pero ya sin su empuje característico. Siguió en las filas blanquiazules del Plentzia la temporada 1929-30. Con 31 años colgó las botas. Retirado del fútbol, su pista se pierde en el tiempo hasta que en el periódido ABC apareció su obituario. Falleció en Bilbao el 2 de febrero de 1970. Fue encontrado muerto por causas naturales en la pensión donde vivía. Tenía 71 años y 11 meses.