Polémica en Asturias por una nueva matanza de cormoranes para salvar la pesca

Polémica en Asturias por una nueva matanza de cormoranes para salvar la pesca

Polémica en Asturias por una nueva matanza de cormoranes para salvar la pesca

El Gobierno del Principado de Asturias ha vuelto a autorizar la matanza de cormoranes (Phalacrocorax carbo) en plena época reproductora y en espacios protegidos, especialmente en Red Natura 2000. Concretamente se ha autorizado la muerte de al menos 53 cormoranes grandes en las diferentes cuencas de los ríos asturianos durante este mes de abril: 20 en la del Nalón, 5 en la del Caudal/Aller, 15 en la del Narcea, 10 en la del Sella, 3 en la del Deva/Cares/ Bedón, 3 en la del Esva y 3 en la del Navia.

Pescadores y gobierno autonómico consideran que la especie es responsable del descenso de algunas poblaciones de peces de los ríos asturianos y por ello son autorizadas este tipo de actuaciones de forma periódica.

Quince organizaciones ambientales asturianas han suscrito un comunicado en el que subrayan que la decisión se toma en un “momento crucial” para las poblaciones de aves, como es el periodo reproductor, y sin considerar la evolución de la población de cormorán grande.

El cormorán grande es una especie que se encuentra en claro descenso, con 303 ejemplares menos en 2021 que en el año anterior, marcando el mínimo poblacional desde que se comenzaron a registrar sus efectivos en 2008.

Las organizaciones conservacionistas señalan que este tipo de decisiones se hacen mediante resoluciones internas que no salen a información pública ni se publican en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), destacando por su falta de transparencia y participación pública.

Asimismo, manifiestan su disconformidad porque el Gobierno autonómico sigue sin contar con estudios científicos que demuestren que el cormorán es el causante del declive de las poblaciones de salmónidos en los ríos asturianos, motivo alegado para estas actuaciones.

“Perdimos la demanda en los tribunales asturianos contra la resolución que autorizaba a matarlos, pero vamos a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo y si es necesario llegaremos a los tribunales europeos”, afirman las entidades.

Desde hace años, algunos colectivos y asociaciones, con el apoyo del Gobierno asturiano, acusan a los cormoranes de ser la principal causa del declive de las poblaciones de salmónidos en los ríos asturianos.

Esas asociaciones exigen a la Administración la erradicación de los cormoranes de las cuencas fluviales asturianas y de paso actuar también sobre otras especies protegidas, como nutrias, garzas, martines pescadores y otros.

Los argumentos del gobierno asturiano

El Gobierno del Principado considera justificada la autorización para esta matanza de cormoranes en Asturias. Es una de las medidas del «marco general de actuación para la mejora de la situación poblacional del salmón atlántico y la trucha», señala el Ejecutivo autónomo.

A las «actuaciones de control poblacional sobre especies que influyen negativamente en la recuperación de la fauna piscícola, como el visón americano o el cormorán grande», se unen acciones como la «reducción progresiva de la presión pesquera en determinados tramos fluviales, especialmente en aquellos declarados Zonas de Especial Conservación (ZEC) que forman parte de la Red Natura 2000», añade.

El Ejecutivo asturiano destaca asimismo la realización de acciones para la mejora del hábitat fluvial «a través de actuaciones conjuntas con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, como limpiezas de márgenes, adecuación de frezaderos o mejora de la conectividad fluvial» y la «custodia del territorio por parte de los Agentes de Medio Natural para control de afecciones como vertidos o el furtivismo, en colaboración con el Seprona».

3.300 cormoranes sacrificados desde 2005

Desde 2005 la administración del Principado de Asturias lleva realizando matanzas de cormoranes grandes. Según datos del propio Principado, se han sacrificado más de 3.300 aves desde entonces.

A este número habría que sumar los ejemplares que no se recogen ni se contabilizan y los que acaban malheridos, por lo que el número total de aves abatidas debe ser aún mayor. Los datos del último censo recogen una reducción importante de la especie en los ríos.

A pesar de apostar por una medida tan drástica y prolongada en el tiempo, acogiéndose a la excepcionalidad que prevé la legislación vigente, no se ha conseguido frenar el declive de las poblaciones de salmónidos, que era el objetivo perseguido con esta matanza de cormoranes.

Los denunciantes defienden que los verdaderos problemas causantes del declive de truchas y salmones en los ríos son “la contaminación, el furtivismo, los encauzamientos y dragados, la destrucción del bosque de ribera, la presencia de presas, de embalses y otros obstáculos que impiden el libre movimiento de los peces a lo largo de los ríos y el acceso a las zonas de freza en las cabeceras».

Asimismo, aluden a «la erosión genética de las poblaciones de peces debida a las repoblaciones, la introducción en los ríos de especies alóctonas y, la extracción, a través de la pesca deportiva, de los peces adultos reproductores que deberían ser la clave para asegurar la supervivencia de estas especies piscícolas».

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