España se consolida como líder europeo en agricultura ecológica

España se consolida como líder europeo en agricultura ecológica

España se consolida como líder europeo en agricultura ecológica

Una superficie como las provincias de Badajoz y Guipúzcoa juntas son ya de agricultura ecológica en España. Este tipo de cultivo representa el 8,5% del total nacional y sigue en aumento. Nuestro país es el primer productor europeo y el cuarto del mundo.

La agricultura ecológica (la que cuenta con el correspondiente sello de la UE que certifica y homologa esta condición) sigue creciendo en España, impasible ante los avatares de la economía y las fluctuaciones del mercado. Los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los de 2019, demuestran que España sigue siendo el país de Europa líder en cuanto a producción ecológica y el cuarto en el conjunto del planeta.

Son datos esperanzadores que revelan que el consumidor (pues en él está la clave) está cada vez más concienciado y es más exigente a la hora de llenar la cesta de la compra. Los productos de la agricultura y ganadería ecológica se caracterizan por el empleo de técnicas y sustancias no agresivas para el entorno natural y para los propios cultivos.

Aumentos de casi el 5% anual

La estadística del Ministerio señala que en 2019 la superficie de producción ecológica en nuestro país alcanzó las 2,35 millones de hectáreas, lo que representa un 4,8% más que en el año anterior, el cual ya supuso un aumento respecto al precedente. En realidad, la superficie dedicada en España a este tipo de agricultura no ha parado de crecer desde que comenzó a implantarse, a principios de los 90. Era entonces una actividad totalmente marginal, restringida a colectivos muy comprometidos y aún vedada al gran público, pues los puntos de venta eran escasísimos.

Todo esto ha cambiado. Actualmente, los alimentos ecológicos cuentan ya con 47.108 empresas relacionadas con su producción, distribución y venta. Las pequeñas tiendas que venden estos productos crecieron el año pasado un 37%, mientras que los productores primarios lo hicieron un 6%, los comercializadores un 24,8% y los establecimientos industriales, un 13%. No hay duda, por tanto, de que el sector goza de buena salud y cada año va consolidándose más como una alternativa a la alimentación no ecológica.

Andalucía es la autonomía con más superficie dedicada a la agricultura ecológica, seguida por Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia. Un 43% de la superficie está dedicada a cereales para producir grano.

También sube la ganadería ecológica

En cuanto a la producción ganadera ecológica, los datos apuntan a que ha habido una disminución de las granjas dedicadas a carne de ovino (-5,6 %) y caprino (-7 %) y un aumento en bovino de leche (+15 %), pollos (+14 %), leche de ovino (+9 %) y porcino (+4 %). Sin embargo, el número de cabezas de ganado ha aumentado en porcino (+60 %), ovino, caprino y bovino de leche (+7 %, +11 % y +18 %, respectivamente) y en aves de corral de carne (+150 %) y de puesta (+32 %). En cuanto a Comunidades Autónomas destaca de nuevo Andalucía con un 59%, seguida de Cataluña con un 12,70% y Baleares con un 3,95%.

900 millones de euros en exportación

Los 2,35 millones de hectáreas que tiene España en cultivos de agricultura ecológica representan ya más del 8,5% de la superficie agrícola total. El potencial exportador no para de aumentar, como lo demuestra el hecho de que España es el primer exportador mundial de vino y aceite de oliva ecológicos. El volumen de negocio de la exportación ecológica española alcanza los 900 millones de euros anuales. Pero si se tiene en cuenta el total de la industria, la cifra supera los 2.000 millones de euros.

El consumidor español adquiere cada vez más este tipo de artículos, si bien aún estamos lejos de las cifras europeas. En 2018 el gasto per cápita en España estaba en 46,6 euros, mientras que en países como Suiza o Dinamarca superan los 300 euros. Los expertos, sin embargo, consideran que esa diferencia se irá estrechando cada vez más, gracias, sobre todo, a la generación milenial con hijos, que se ha revelado como el verdadero motor de cambio en el consumo.