El calentamiento derrite tanto hielo que ya deforma la corteza terrestre

El calentamiento derrite tanto hielo que ya deforma la corteza terrestre

El calentamiento derrite tanto hielo que ya deforma la corteza terrestre

El derretimiento que se está produciendo en el hielo de los polos no solo está subiendo el nivel de nuestros océanos, sino que también está cambiando la morfología del propio planeta Tierra. Un reciente artículo publicado en Geophysical Research Letters afirma que, a medida que el hielo glaciar de Groenlandia, la Antártida y las islas árticas se derrite, la corteza terrestre situada debajo de estas masas se está deformando, no solo a nivel regional, sino también a grandes distancias.

«Los científicos han trabajado mucho debajo de las capas de hielo y los glaciares», dijo la profesora Sophie Coulson, responsables del estudio. «Ya se sabía que este fenómeno afectaba a la región donde están los glaciares, pero no habían visto que era algo a escala global«.

Al analizar los datos satelitales sobre el derretimiento desde 2003 a 2018 y estudiar los cambios en la corteza terrestre, Coulson y sus colegas pudieron medir el desplazamiento que está experimentado la corteza horizontalmente.

De este modo, descubrieron que en algunos lugares la corteza terrestre se desplazaba horizontalmente en mayor medida de lo que se levantaba verticalmente. La magnitud de dicho movimiento no se había descubierto hasta ahora y tiene implicaciones sobre la tectónica de placas y los eventos sísmicos.

Para comprender cómo afecta el derretimiento del hielo a lo que hay debajo, Coulson sugirió imaginar el sistema a pequeña escala: «Piensen en una tabla de madera flotando sobre una tina de agua. Cuando empuja la tabla hacia abajo, tendrá el agua de debajo moviéndose hacia abajo. Si lo levanta, verá que el agua se mueve verticalmente para llenar ese espacio».

Estos movimientos tienen un impacto en el derretimiento continuo. «En algunas partes de la Antártida, por ejemplo, el rebote de la corteza está cambiando la pendiente del lecho rocoso situado bajo de la capa de hielo, y eso puede afectar a la dinámica del hielo», dijo Coulson.

El derretimiento actual es solo el movimiento más reciente que los investigadores están observando. «El Ártico es una región interesante, porque, además de las capas de hielo modernas, también tenemos una señal permanente de la última Edad de Hielo», explicó Coulson.

Una capa de hielo cubrió una vez lo que ahora es el norte de Europa y Escandinavia durante la época del Pleistoceno, la edad de hielo que comenzó hace unos 2,6 millones de años y duró hasta hace aproximadamente 11.000 años. «La Tierra en realidad todavía se está recuperando del derretimiento del hielo», señaló.

«En escalas de tiempo recientes, pensamos en la Tierra como una estructura elástica, como una goma elástica, mientras que en escalas de tiempo de miles de años, la Tierra actúa más como un fluido de movimiento muy lento», dijo Coulson, quien explicó cómo estas nuevas repercusiones llegan a superponerse sobre las reverberaciones más antiguas. «Los procesos de la edad de hielo tardan mucho, mucho tiempo en desarrollarse y, por lo tanto, todavía podemos ver los resultados de ellos hoy en día».

Ayudar a predecir la actividad sísmica

Las implicaciones de este movimiento son de gran alcance. «Comprender todos los factores que causan el movimiento de la corteza es realmente importante para una amplia gama de problemas de las ciencias de la Tierra. Por ejemplo, para observar con precisión los movimientos tectónicos y la actividad sísmica, necesitamos poder identificar este movimiento generado por la pérdida de masa de hielo más reciente «, dijo.

«El trabajo de Sophie es importante porque es el primero en mostrar que la reciente pérdida de masa de capas de hielo y glaciares provoca un movimiento tridimensional de la superficie [sólida] de la Tierra, que es mayor en magnitud y extensión espacial de lo previamente identificado», dijo Glenn Antony Milne, profesor de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente en la Universidad de Ottawa.

«Además, se podría buscar esta señal en conjuntos de datos de sistemas de navegación por satélite de navegación global regionales y de mayor escala para, en principio, producir mapas mejorados de la distribución de estas fluctuaciones de la masa de hielo y / o la estructura sólida de la Tierra», agregó.

Artículo de referencia: DOI: 10.1038/d41586-021-02285-0

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