Luis Conde: "Se ha perdido el miedo a navegar"

El Port Vell de Barcelona acoge desde el pasado 12 de octubre la 59 edición del Saló Nàutic, un certamen que organiza Fira de Barcelona en colaboración con la Asociación Nacional de Empresas Nàuticas (ANEN) y que se prolongará hasta el domingo 17. El Saló ha vuelto después de un año de ausencia por la pandemia y lo ha hecho con fuerza. Su presidente, Luis Conde, un enamorado del mar que lleva al frente del certamen desde 2009, se muestra ilusionado con el impulso con el que el sector ha salido de la crisis sanitaria.

¿Qué espera de la edición de este año?

Tenemos la impresión de que va a ser un éxito, porque después de un año de ausencia por la pandemia había voluntad de venir. La gente tenía ganas de volver a verse y rencontrarse en el entorno del Saló Nàutic y lo estamos comprobando, con unas cifras de afluencia muy buenas. La verdad es que está funcionando muy bien. No olvidemos que se trata del mejor evento náutico no solo de España, sino del sur de Europa y que en esta edición contamos con más de 500 embarcaciones, 176 de ellas en la muestra flotante.

En estos primeros días se ha confirmado que el visitante va más allá del mero profesional…

Efectivamente. Hemos tenido un primer día de mucha afluencia de público. La apertura en día festivo y el buen tiempo ha propiciado que se hayan acercado muchas familias. Entre semana, el visitante es más profesional, ves caras conocidas, pero el fin de semana volveremos a ver a ese visitante que viene a conocer la náutica.

"Las nuevas tecnologías han facilitado el manejo de los barcos y han ayudado a poularizar la náutica"

¿Cómo ha evolucionado la náutica de recreo y deportiva en los 13 años que lleva presidiendo el Saló?

El uso de nuevos materiales y de nuevas fuentes de energía están llevando al sector hacia una navegación más sostenible, menos contaminante. Y la adaptación a las nuevas tecnologías facilita el manejo de las embarcaciones y eso ayuda a popularizar la náutica.

Explíquese…

Por ejemplo, la implantación del joystick ha hecho que la gente vea fácil llevar un barco y eso le está haciendo perder el miedo a navegar.

Con 8.000 kilómetros de costa, ¿Qué más se puede hacer para aumentar la afición a la náutica?

¡Cuidado! No hay que ir con prisas. Tenga en cuenta que en España hay un barco por cada 200 habitantes y en Francia uno por cada cien. La tipología de nuestra costa y la orografía, con calas pequeñas limita el espacio para dejar los barcos.

Entonces, ¿La náutica solo puede ser para unos pocos privilegiados?

¡De ninguna manera! Hay que potenciar las marinas secas, como en Estados Unidos, que te permite remontar los barcos hasta el mar, sin necesidad de amarrarlos en puertos o calas.

"Un grupo de jóvenes puede ir de vacaciones en barco por cien euros al día"

Me imagino que para eso sería necesaria la implicación de las administraciones. Usted siempre ha luchado para que lleguen ayudas. ¿Hay avances en este sentido?

Ninguno. Desde las administraciones se sigue pensando que la náutica es elitista cuando no lo es. Si un grupo de jóvenes quiere ir de vacaciones en un barco puede hacerlo por cien euros al día. Alquilar un barco es muy asequible y en estos dos veranos de pandemia hemos visto que la náutica ha estado muy presente en los planes de turismo de mucha gente que busca espacios seguros y en contacto con la naturaleza. Es lo mismo que pasaba con el esquí. Ahora ya no se ve a nadie con el equipo a cuestas en el coche. El alquiler ha abierto este deporte a mucha gente que se ha aficionado.

¿Cuál debería ser el primer paso?

No tiene sentido que se grave un impuesto del 12 por ciento a las grandes embarcaciones cuando la flota mayoritaria en España es menor de barcos de menos de nueve metros de eslora. De enero a septiembre se han matriculado 6.000 embarcaciones en España y solo 600 son de más de nueve metros de eslora. Eso significa que el impuesto del 12 por ciento solo se grava sobre 600 embarcaciones, por lo que el impuesto que recauda el estado supone una cantidad irrisoria.

Para acabar, ¿Cómo se define Luis Conde como navegante?

Tengo una familia numerosa, con ocho hijos, dos de ellos discapacitados y, afortunadamente, a todos les gusta el mar. Empecé con un barco pequeño y a medida que iba creciendo la familia crecía la embarcación, hasta que llegó un punto que casi necesitábamos un barco de Transmediterránea. A medida que mis hijos se han ido independizando, he ido volviendo a barcos más pequeños.

Si nos cruzáramos con usted en alta mar, ¿Qué nos encontraríamos?

Soy un navegante que me gusta más la vela que el motor. Este verano he ido de vacaciones a Grecia en vela. Nueve días de ida y nueve de vuelta. Me gusta navegar y si es con viento, mejor. Me gusta bañarme en alta mar, navegar de noche, a la luz de la luna… En definitiva, disfruto en el mar.