La crisis del Valencia, en punto muerto

Alemany insiste en que el Valencia es totalmente ajeno a tema de las apuestas

Alemany insiste en que el Valencia es totalmente ajeno a tema de las apuestas / EFE

Pablo Rivera

Tras casi cinco horas de reunión, y sin decisión oficial, Mateu Alemany, director general del Valencia, tiene el futuro suspendido en el aire. El pasado 19 de julio, hubo cumbre en Singapur para limar asperezas y reactivar el funcionamiento de la entindad, pero la tensión aumentó los últimos días y club y director negocian la situación.

Anil Murthy, presidente del Valencia, viajó de urgencia a la sede de Mestalla donde ya le esperaban Alemany y Pablo Longoria, director técnico traído a la entidad por el mismo. Fuera, un grupo de aficionados que increpaban a Peter Lim y a su presidente. Murthy llegó a las 14:30 horas, para negociar la situación y estructura del club. Tanto él como Mateu abandonaron la misma sin resolver el futuro del segundo.

En dicha reunión se trató la continuidad del director general, ya que mientras unas versiones apuntan que tiene decidido presentar la dimisión, otras apuntan que es Lim quien podría destituirlo e incluso existe la posibilidad de que pudiera permanecer en el puesto hasta la conclusión de la temporada. La sensación de incertidumbre en el club en estos momentos es máxima, ya que una salida de Alemany podría provocar la dimisión de Pablo Longoria e incluso del entrenador Marcelino García Toral. 

Casi cinco horas depués, el presidente salía sin llegar a ningún acuerdo con Alemany que comentó tras la reunión que “es positivo que haya diálogo, que se hablen las cosas y que se busquen soluciones cuando hay problemas, pero se tienen que solucionar”. En principio, está previsto que continúen las conversaciones durante la jornada de hoy para tomar una decisión definitiva al respecto de la continuidad del director general.

Miedo en el vestuario

Al parecer, pesos pesados del club han pedido directamente a Marcelino que no dimita como entrenador. Muchos jugadores decidieron apostar por el Valencia creyendo en el proyecto de Mateu y Marcelino, pero el entrenador tiene total confianza en el director general y siente que le debe bastante en el Valencia. Cuando el club pasó por una mala racha, el técnico se sintió muy respaldado por él, y siente que continuó en el cargo gracias a Alemany. 

Ahora, los jugadores temen un acto de reciprocidad y ver cómo el proyecto cae de pies a cabeza empezando por los pilares. De hecho, nadie puede asegurar a ciencia cierta la continuidad de Marcelino en el banquillo valencianista, con la misma incertidumbre que su directores deportivos. 

Alemany señaló al ser preguntado por él que “espero que no, espero que Marcelino se quede”. De momento, no presentará su dimisión, pero de todos es sabido la sintonía con Alemany y la frustración de no haber logrado nada en Singapur.