Nadal, en busca de su 19º título de Grand Slam

Nadal , pletórico tras su triunfo en Nueva York

Nadal , pletórico tras su triunfo en Nueva York / AFP

David Boti

David Boti

Otra vez en una final de Grand Slam. Ya van tres. Primero Melbourne, poco antes del verano París y a las puertas del otoño, de nuevo, Nueva York. Rafa Nadal disputará hoy (22:00 horas, Eurosport) su quinta final en Flushing Meadows ante el ruso Daniil Medvedev. En una edición sorprendente por la cantidad de despedidas prematuras, el balear fue de los pocos que siguió su plan A al detalle. No le pudieron seguir el ritmo ni Roger Federer ni Novak Djokovic, ambos fuera de combate por diferentes molestias tras otra exhaustiva temporada para ellos.

El actual número dos del mundo, que si levanta el título podría salir de Nueva York a 640 puntos de ‘Nole’ en el ranking, tiene claro que disputar final de Major nunca es fácil por mucho que el nombre del rival y su historial no lo aparente. “Es una final de un Grand Slam contra un jugador muy complicado que viene jugando muy, muy bien y soy consciente de que tengo que jugar a mi máximo nivel”, analizaba.

Su rival, un ruso nacido en Moscú hace 23 años que está siendo la gran sensación dentro de la ‘Next Gen’, pisará hoy por primera vez un territorio completamente desconocido para él. Primera final en un ‘grande’ y sin miedo a medirse a un auténtico especialista en la materia del que solo habla virtudes. “Es difícil encontrar palabras, aunque muchos jugadores ya lo han hecho antes que yo. Es uno de los grandes campeones de la historia de nuestro deporte. Es una máquina, una bestia en la pista. La energía que muestra es increíbleJugar contra él mi primera final de un Slam será divertido. Quiero decir, no lo será, pero será impresionante vivirlo”.

El desgaste físico que acumula en su campaña más prolífica desde que se pasea por el circuito será, sin duda, su segundo peor enemigo sobre la pista. Mientras Rafa ha planificado su calendario al milímetro para optimizar su rendimiento apareciendo en los torneos acordados con su equipo, el todoterreno ruso acumula en sus piernas ya un total de 66 choques, más que ningún otro jugador este año. Además, Nadal ya sabe lo que es ganar a Medvedev y también en una final. Lo hizo en Montreal hace menos de un mes y solo cedió tres juegos para conquistar su 35º título de Masters 1.000.

LA OTRA ‘PELEA’

Nadal no quiere hacer cábalas sobre la maravillosa ‘lucha’ que mantiene con Federer Djokovic por ser el tenista masculino con más títulos de Grand Slams de la historia. El balear tiene, por primera vez en su carrera profesional, la posibilidad de colocarse a un solo Major del suizo, que lidera este particular ranking con un total de 20. “Tengo que estar pensando en que es una oportunidad de sumar un US Open más a mi carrera, que es muchísimo. “Por supuesto que me gustaría ganar el mayor número de Grand Slams, pero igual duermo muy bien sin serlo”, afirmó, que dijo estar “muy feliz” con su carrera. “Esta es una oportunidad más”, añadió. De las cuatro finales previas que ha disputado Nadal en el último ‘grande’ de la temporada, el español salió victorioso en tres ocasiones. La primera, en 2010, ante  Djokovic. La segunda, en la edición de 2013, también ante el serbio y la tercera, la que le vio levantar su último trofeo en suelo neoyorquino hasta el día de hoy, fue contra el sudafricano Kevin Anderson hace un par de temporadas. Solo perdió la del año 2011 ante Novak.

CRÍTICA A LOS “ENTENDIDOS”

El manacorí, además, quiso dejar claro en su comparecencia ante los medios de comunicación que la edad no es un problema para su tenis y atizó a los que aventuraron que el final de su carrera llegaría cuando el físico no le acompañase con el paso de los años. “Sigo en condiciones para disfrutar del tenis, aunque a algunos entendidos les parecía imposible. Para mí era improbable, pero aquí estamos. Desde las motivaciones y los objetivos a corto plazo, a medio y a largo se ha ido haciendo el camino y aquí estoy”, especificó. A sus 33 años, Nadal ha cuajado el mejor registro de toda su carrera. “No pienso que sea el final ni que sea mi última oportunidad, porque si pensara así tendría un problema”. Alcanzar tres finales y una semifinal en las cuatro grandes citas del calendario en un mismo año. Casi nada. Nadie a su edad lo había logrado. Otra hazaña más de un tipo que ama lo que hace y lo demuestra partido a partido con su dedicación.