Andreescu toca el cielo en Nueva York y deja sin récord a Serena

Andreescu se lleva su primer Grand Slam

Andreescu se lleva su primer Grand Slam / AFP.

David Boti

David Boti

Un batacazo más y ya van cuatro consecutivos. Serena Williams volvió a perder una final de Grand Slam y sigue sin poder alcanzar el récord de títulos de Grand Slams, que todavía ostenta la extenista australiana, Margaret Court, con 24. Y no fue por démerito suyo, sino más bien por el tremendo mérito de una jovencísima Bianca Andreescu que, a sus 19 años, mereció ganar el US Open, su primer Major, tras inclinarla en dos sets (6-3 y 7-5).

Serena empezó el partido de la peor manera posible. Cedió su primer servicio y permitió que, con dos juegos consecutivos, Andreescu diese el primer gran paso en la final femenina. La estadounidense arrancó mucho más agresiva acumulando más ganadores, pero también más errores no forzados que templaron los nervios de la canadiense de ascendencia rumana.

Andreescu, como si de una veterana se tratase, siguió a lo suyo sumando juegos de servicio para mantener esa diferencia a su favor. Asombra que a su corta edad sea capaz de jugar a un nivel tan alto ante la gran dominadora del circuito en la última década. Y lo admitió, incluso, la propia Arthur Ashe, abarrotada hasta la bandera, que no dudó en apoyarla a pesar de ser la ‘visitante’.

Cinco puntos de ‘break’ en el séptimo parecieron volver a meter a la pequeña de las Williams en el choque, pero la joven canadiense construyó un ‘muro’ y se dedicó a aprovechar los incontables errores de la exnúmero uno para adjudicarse el primer parcial tras una nueva rotura.

NO ERA CASUALIDAD

Con el partido a su favor, la versión más efervescente de Andreescu -celebrando cada punto con su 'box' como si de un título se tratase- apareció como en jornadas anteriores. Atacó y de lo lindo el segundo servicio de Williams y le salió bien (51% de puntos ganados).

La escasa movilidad de la 'yankee' desde el fondo de la pista se hizo cada vez más palpable con el paso de los juegos y, como ya le sucedió este verano en la final de Wimbledon ante <strong>Simona Halep</strong>, no supo ofrecer su mejor versión con el primer servicio (44% de puntos jugados con ese saque). Salvó la primera pelota de partido al resto, fue capaz de igualar un 5-1 adverso, salvó la segunda con un 'ace', pero la aspirante no titubeó en la tercera con un ganador de derecha.

Con este triunfo, Andreescu no solo estrena su palmarés de 'grandes' y evita un récord histórico de una de las tenistas más grandes de la historia, sino que, además, se convertirá en la nueva número cinco del mundo desde el próximo lunes. Ganó en Indian Wells, también en Toronto y, en Nueva York, rubricó su papel de revelación. Hace justo un año estaba fuera del top 150 mundial y, ahora, asegura tener cuerda para rato. No le faltan motivos para creerlo.