¡Histórico! Carlos Alcaraz se mete en la final del US Open

El tenista español derrota en semifinales a Frances Tiafoe, verdugo de Nadal, en cinco sets (6-7, 6-3, 6-1, 6-7, 6-3)

Su rival en la final y también su rival por ser el nuevo número uno del ranking ATP será el noruego Casper Ruud

Carlos Alcaraz, tras superar las semifinales del US Open ante Tiafoe.

Carlos Alcaraz, tras superar las semifinales del US Open ante Tiafoe. / EFE/EPA/JUSTIN LANE

Idoya Noain / Nueva York

Ha hecho falta otro maratón, otro thriller, otra gesta labrada en más de cuatro horas y a cinco sets que ha electrificado Arthur Ashe, pero la historia está ya a un solo paso para Carlos Alcaraz. “La joven sensación de España”, como se le presenta en Nueva York cuando sale entre vítores y clamores a la pista central del Abierto de Estados Unidos, incluso cuando su rival es un local como Frances Tiafoe, ha alcanzado a los 19 años su primera final de un grande tras batir este viernes al estadounidense 6-7 (8-6), 6-3, 6-1, 6-7(7-5) y 6-3. Y el domingo, frente al noruego Casper Ruud, siete del mundo, se jugará más que su primer título de Grand Slam.

El que gane de los dos amanecerá el lunes como número 1. Y si lo hace “Carlitos”, el cuarto español que alcanzaría esa posición siguiendo lo que consiguieron Carles Moyà, su ahora entrenador Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal, será el más joven de la historia, batiendo el récord de 20 años y nueve meses que marcó en 2001 Lleyton Hewitt.

“Es increíble poder luchar por cosas grandes”, explicaba sobre la pista tras la victoria el de El Palmar. “Será mi primera vez en una final de Grand Slam y puedo ver el número uno y a la vez está tan lejos... “. Sabe que enfrente tiene a Rudd, “que juega increíble”, pero promete también “dar todo” lo que tiene. Y más. “Voy a disfrutar cada momento”.

Alcaraz también habló en la mayor pista de tenis del mundo en español. Y lo hizo para dar las gracias a los fans por animarle a cada punto. “ Esta final es tanto para mi familia, para mi equipo y para como para todos vosotros”, dijo.

El duelo con Tiafoe

Nueva York, como el mundo, no podía hacer otra cosa más que rendirse al murciano una vez más. Porque lo había dado todo otra vez sobre la pista, en un partido algo menos memorable que el que disputó ante Jannik Sinner pero no menos eléctrico, y en el que volvió a mostrar un nivel, una profundidad de juego, una variedad y una creatividad asombrosos y esos destellos de brillo y magia que ha hecho también señal de marca.

Enfrente había tenido a Tiafoe, un tenista negro de 24 años que con una racha de ensueño en Flushing Meadows ha devuelto la esperanza al alicaído tenis estadounidense, huérfano de finalistas y campeones desde Andy Roddick.

Rugían los casi 24.000 espectadores que agotaron las entradas y compartieron noche con la exprimera dama Michelle Obama, con Stan Smith, con Bon Jovi o con Jamie Foxx cuando el estadounidense se apuntaba, a la quinta oportunidad y por una doble falta de Alcaraz, el primer set en el tie-break.

Resurgían los aplausos y los ánimos y los gritos de “¡peléalo!” para tratar de impulsar al hijo de inmigrantes de Sierra Leona cuando Alcaraz empezó a poner la directa en el segundo set. Le gritaban a Tiafoe “let's go Frances!", y "¡sigue peleando!” cuando en el tercero Alcaraz, como si hace dos días no hubiera pasado un maratón de cinco horas y cuarto frente a Sinner, arrollaba sin piedad.

Pero se aferraban sobre todo a la esperanza cuando en el cuarto parcial se sucedieron cuatro roturas de servicio y Tiafoe resucitó. Aprovechó un error de Alcaraz en una bola de partido con una mala dejada y forzó un tie break, esa muerte súbita que tan bien se le da. Como siete veces antes en el torneo, Tiafoe se lo apuntó, marcando un nuevo récord de triunfos en el Abierto. Pero, lo más importante, forzó el quinto set.

Solo cuando el reloj se acercaba a la medianoche acabó en la cuarta bola de partido el sueño de Tiafoe y el de un deporte que ve en él también la esperanza de un nuevo relevo de inspiración para los deportistas negros ahora que Serena Williams ha “evolucionado” alejándose del tenis. Y el local, compungido y con el sentimiento de “haber fallado”, fue aclamado y jaleado. “Este duele”, dijo Tiafoe en una inusual entrevista a pie de pista del perdedor que demuestra el peso que tiene ya para el tenis estadounidense. “Voy a volver y voy a ganar esto un día. Lo siento”.

El reto con Ruud

El sueño que prosigue es el de Alcaraz, y solo puede frustrarlo  Ruud, el tenista de 23 años que ha llevado a Noruega hasta donde nunca había llegado. Ya dio ese paso alcanzando su primera final de un grande en junio en Roland Garros, donde fue barrido por Nadal, el tenista en cuya Academia entró en 2018. Y ahora el noruego repite en Nueva York, donde como Alcaraz, ante el que ya cayó el año pasado en Marbella y este en la pista dura en la final de Miami, ahora puede ir más lejos y ganar su primer grande y, también, el número 1.

“Creo que es justo que los dos lleguemos a la final y quien gane alcance el número uno”, decía Ruud cuando aún no sabía si Alcaraz llegaría a la final. “Los dos sentiremos nervios. Espero que sea un buen partido. Me ha ganado un par de veces y buscaré mi venganza”.