Olise saca la magia, Dembélé el látigo y Maignan remonta a Croacia en los penaltis

Croacia golpeó con fuerza en la ida. Un merecido 2-0 dejaba las cosas complicadas de cara a la vuelta en el Stade de France. La falta de acierto y el buen papel de Livakovic bajo palos en el primer tiempo hacía intuir que la remontada sería imposible... Hasta que apareció la magia de Olise. Una falta directa del jugador del Bayern en el minuto 52 metió a los galos en la eliminatoria y Dembélé forzó la prórroga en el 80'. El portero croata aguantó la lluvia de ocasiones en el tiempo extra, y Maignan se convirtio en el héroe en una tanda de penaltis muy ajustada para obrar la remontada.

Francia salió con todo, a revolucionar la eliminatoria temprano. Dembélé y Mbappé fueron los más activos, buscando centros al corazón del área que no encontraban portería, pero que ponían en tensión a la zaga croata.

La estrella del Madrid buscó el gol en varias ocasiones, pero Livakovic estaba muy firme bajo palos. El equipo de Deschamps se instaló en campo contrario mientras los hombres de Dalic se mentalizaban del trabajo defensivo que les tocaría hacer.

El muro de la finalista del Mundial de 2018 se sostenía bastante bien, pero empezó a hacer aguas en el último tramo del primer acto. En el minuto 39, un pie magistral de Livakovic salvó el 1-0 en un mano a mano con Barcola. El Stade de France no se lo podía creer.

Olise frotó la lámpara

Con el 0-0 se llegó al descanso, pero les bleus no iban a tirar la toalla. Olise, con una falta directa magistral en el minuto 52, convirtió a Livakovic en una estatua para meter a Francia en la eliminatoria. El máximo goleador de la historia de Francia, Giroud, presente en el estadio, se ponía en pie para celebrar el tanto.

Aún quedaba un gol más para forzar la prórroga. Deschamps agitó el avispero con la entrada de Doué en el 65', el 'niño maravilla' de Luis Enrique. El asedio iba subiendo de intensidad. Los esfuerzos de la defensa croata cada vez eran más exigentes. Dembélé y Mbappé, que ya habían combinado bastante bien anteriormente, volvieron a hacer de las suyas. Pase perfecto del extremo del PSG al corazón del área que el ariete del Madrid desaprovechó por escasos centímetros. Francia avisaba con 15 minutos por delante.

Dembélé volvió a ser determinante

Y el 2-0 llegó, de manera totalmente merecida, a los 80 minutos de partido. Fue Dembélé el encargado de hacer estallar de alegría el Stade de France con un derechazo cruzado raso a pase de Olise. Las bengalas que habían encendido escasos minutos antess los aficionados croatas se apagaron de golpe. La sensación era que el tercero caería antes del pitido final.

Modric, incapaz de dominar el centro del campo como en la ida, fue sustituido de inmediato para sumar piernas frescas y tratar de resistir, por lo menos, hasta la prórroga. De milagro, lo consiguieron.

Livakovic, en 'modo cerrojo'

El tiempo extra arrancó 'calentito'. Un vuelo espectacular de Livakovic desvió un misil de Doué directo a la escuadra. Dembélé, en el rechace, se encontró con el cuerpo de Gvardiol, que se lanzó con todo para tapar el disparo. En la siguiente acción, el meta croata volvió a volar para sacarle otro latigazo a Doué.

Pese a su buen papel, Deschamps decidió sustituir a Dembélé en el 99' por Kolo Muani. No quería esperar a los penaltis para resolver la eliminatoria. Sin embargo, Livakovic aún tenía que hacer alguna intervención estelar más: en el 108', añadió un mano a mano ante Mbappé a su repertorio de paradas. 10 minutos después, le sacaría dos veces el tanto ganador a la estrella del Madrid con dos grandes manoplas abajo. Acababa de darle una vida extra a su equipo para conseguir el billete a la Final Four en los penaltis.

Los penaltis dictaron sentencia

Maignan había estado repasando en el banquillo los apuntes sobre los lanzamientos de los croatas. Lo demostró parando el primer penalti de Baturina. Mbappé, con fortuna, superó a un Livakovic que rozó la parada. Con les bleus por delante, Moro engañó a Maignan en el segundo y Tchouameni repitió por el lado de Mbappé, ¡aunque el meta croata volvió a rozar el balón.

Seguía liderando Francia, que lo tendría medio hecho cuando la presión le pudo a un Ivanovic que la sacó del estadio. A Deschamps le cambió la cara cuando Koundé también la mandó a las nubes. Empatados a errores, Pasalic reventó el balón por el centro para cederle la responsabilidad a un Kolo Muani, que con el interior, optó también por disparar recto, con éxito.

Jakic no falló en el quinto, pero el billete para la Final Four estaba en las botas de Theo Hernández. ¡Y la mandó por encima del travesaño! Ya en la muerte súbita, Caleta-Car no erró, tampoco Doué. Era el momento de brillar para Maignan. El portero del Milan le adivinó el disparo a Stanisic y Upamecano la ajustó a la escuadra para culminar la remontada y meterse en la Final Four de la Nations League.