El Tour más impredecible

Dos bajas y una duda. El podio de 2108 no se repetirá

Dos bajas y una duda. El podio de 2108 no se repetirá / AFP

Jonathan Moreno

A Christian Prudhomme, director general del Tour de Francia, se le acumulan los disgustos. La ronda gala de 2019, llamada a ser la más competida de los últimos tiempos, ha perdido por el camino a dos de sus principales candidatos. Dos caídas, infortunios a los que se expone el corredor cuando se sube a la bicicleta, han impedido que Chris Froome y Tom Dumoulin estén presentes el próximo 6 de julio en la salida de Bruselas. Especialmente grave es la ausencia del británico. A sus 34 años, el gran martillo pilón del pelotón en los últimos años se había preparado a conciencia para asaltar el Olimpo del ciclismo e inscribir su nombre junto al de Hinault, Indurain, Anquetil y Merckx. Hoy mismo salía de la UCI tras el violento golpe contra un muro sufrido cuando reconocía la contrarreloj de la Dauphiné. Froome continúa hospitalizado en Saint-Etienne con multiples fracturas, pero con la idea de retomar los entrenamientos cuanto antes. 

Sin el neerlandés Tom Dumoulin, el Sunweb pierde toda opción de aspirar al podio y deberá replantearse cómo afrontar la ronda gala. Con el equipo todavía por decidir, todo hace presagiar que buscarán reconocimiento en las llegadas masivas, con Michael Matthews o cazando alguna etapa con Jan Bakelants. El belga ya vistió de amarillo en 2013.

Las dudas del INEOS

La principal incógnita del otrora SKY es la presencia del vigente campeón y, en caso de que pueda tomar la salida, en qué condiciones lo hará. El galés Geraint Thomas llegará justo a Bruselas. Hoy volvió a rodar tras la caída sufrida en Suiza, tal y como anunció en su cuenta personal de Twitter. Dave Brailsford, director del INEOS, sigue muy de cerca la evolución de su pupilo y espera que en estos quince días recupere el estado de forma que le permitió vestir de amarillo en los Campos Elíseos la edición pasada. De no ser así, la responsabilidad recaerá en el joven colombiano Egan Bernal, vencedor este año de la París-Niza y, hasta la fecha, líder intratable en la Vuelta a Suiza.

Otro que puede asumir los galones de jefe de filas es Michal Kwiatkowski. El polaco siempre rinde a un excelente nivel en las grandes vueltas y puede dar un paso adelante en las carreteras francesas. Equipo que le arrope no le faltará. A pesar de la ausencia de Froome y la duda de Geraint Thomas, el INEOS continuará siendo una de las escuadras más potentes de la serpiente multicolor. Con nombres como Wout Poels, Sebastián Henao, De la Cruz, Jonathan Castroviejo o la nueva esperanza rusa Pavel Sivakov.

¿La hora de Movistar?

La temporada pasada no les funcionó la ‘tricefalia’ y ésta parece que los navarros volverán a apostar por ella. Movistar acudirá al Tour con más opciones que en otros cursos, con Quintana, Valverde y Mikel Landa dispuestos a desafiar la hegemonía del INEOS. El alavés llegará tras disputar el Giro de Italia, donde ofreció muy buenas sensaciones y acarició el podio hasta la última etapa en Verona. El zuiano volvió a recordar al ciclista que enamoró a la afición con ataques inverosímiles a kilometradas de la línea de meta y ayudando a la victoria de Richard Carapaz.

El conjunto español tendrá como principal escollo la armada francesa, encabezada por Romain Bardet. El AG2R La Mondiale confirmó al dos veces podio en París como líder. Thibaut Pinot también quiere acabar de explotar sus virtudes ante su afición. Y Julian Alaphilippe... Julian Alaphilippe a buen seguro nos ofrecerá espectáculo a raudales.