Los Pirineos calentarán el Tour

La previsión indica que este domingo en Andorra la Vella el termómetro puede alcanzar los 30 grados

La media montaña reabre las cuestas en la Grande Boucle

Pogacar, con el maillot de manga corta durante la etapa

Pogacar, con el maillot de manga corta durante la etapa / EFE

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

No es lo mismo subir por los Alpes con tiempo invernal y todos calados hasta los huesos, que hacerlo el domingo por los Pirineos y en Andorra con el termómetro alcanzando los 30 grados en la zona más llana del Principado. Y eso provoca un cambio en el cuerpo de los corredores mucho más brusco que tenerse que adaptar a los desarrollos de montaña. La cordillera pirenaica marca a partir del domingo el segundo gran capítulo de alta montaña en el Tour 2021, aunque el sábado los ciclistas deberán dar una vuelta por los alrededores de Carcasona para superar cinco puertos en una jornada que llama a una nueva fuga aunque con los líderes atentos por si a uno de ellos le da por atacar.

En Beixalís, que se podría denominar algo así como el muro de Andorra, corto pero durísimo, la temperatura en la cima se sitúa mañana sobre los 24 grados y subir con tanto calor puede hacer estragos en el pelotón. Allí se comprobará si es verdad que Tadej Pogacar sufre con el calor como amante del frío y la lluvia o tan solo se trata de una fábula, una más para intentar cuestionar a un corredor brillante y que está llamado a dominar toda una época ciclista camino de su segunda victoria en París y con tan solo 22 años.

De nuevo se verá realmente cuál es el estado de forma de sus compañeros del Emirates. Hoy, camino de Carcasona, hubo un instante de carrera que, por lo menos, ocasionó cierta preocupación. Sucedió a 16 kilómetros de la meta, en el único lugar en el que el viento lateral podía dar algún disgusto por si alguien se despistaba. Pogacar siempre estuvo delante muy atento, mientras los Ineos amenazan con intentar cortar el pelotón. Pero lo hizo sin nadie a su lado. Y eso era peligroso porque si por alguna razón se cortaba el grupo él mismo tenía que cerrar el hueco con el desgaste añadido que ello supone.

Sin embargo, Pogacar puede viajar tranquilo, mañana por los montes que rodean Carcasona y a partir del domingo por los Pirineos. Goza de un colchón de más de cinco minutos sobre sus seguidores, encabezados por Rigo Urán que siempre sube a rueda pero quien jamás ataca. El danés Jonas Vingegaard, por lo visto en el Ventoux, parece el más peligroso o al menos el que se mostró más fuerte, incluso más que el jersey amarillo, en la subida por la famosa montaña provenzal. Richard Carapaz todavía no ha logrado un demarraje con éxito y Enric Mas debe recuperar tiempo para volver a resituarse con opciones de podio. Al menos, el corredor mallorquín gozará de cierta libertad por si se decide a atacar en los Pirineos. "Ojalá fuera el del Ventoux el único día malo de Mas. Con él seguiremos luchando", defendió Iván García Cortina en la meta de Carcasona.