Cortina planta cara a un Cavendish de récord

El velocista británico iguala las 34 victorias de Merckx el día del 93 cumpleaños de Bahamontes

El ciclista asturiano del Movistar entra en el esprint para buscar la sorpresa en Carcasona

Cavendish sonríe al superar la meta de Carcasona

Cavendish sonríe al superar la meta de Carcasona / AFP

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Suena la música del himno del Tour y sobre el podio se lee la palabra «¡Bravo!». Chica y chica, sin besos y sin tocar a Mark Cavendish, lo respaldan mientras el ciclista británico celebra dos hazañas: su cuarta victoria de este año y los 34 triunfos con los que iguala a Eddy Merckx.

En Bélgica, Merckx sigue el Tour, aunque a diferencia de otras veces, este año no se ha acercado a la carrera como no lo hizo en 2020 por las restricciones de la pandemia. A Merckx le preguntan en 'La Gazzetta dello Sport' qué le parece que Cavendish cuestione su récord. Y él responde que no le quita el sueño, que lo ha ganado todo, cinco Tours, cinco Giros, una Vuelta, tres veces campeón del mundo, y para de contar un poco... como para estar preocupado.

En Valladolid, donde vive ahora, Federico Martín Bahamontes cumple 93 años y tampoco se pierde el Tour que ganó un 18 de julio de 1959 para entusiasmar todavía más al régimen de la época. La Embajada de España en París preparó una gran paella para celebrar el acontecimiento. El Tour, en 2021, también termina un 18 de julio para recordar que 62 años antes un extraordinario escalador, el mejor en la historia de la carrera según tiene reconocido,  al que llamaban El Águila de Toledo, se convirtió en el primer español que triunfaba en la Grande Boucle.

Era una época, hasta entonces, de poco esplendor en Francia, lejos aún de los triunfos que siguieron al de Bahamontes: Luis Ocaña (1973), Pedro Delgado (1988), Miguel Induráin (de 1991 a 1995), Óscar Pereiro (2006), Alberto Contador (2007 y 2009) y Carlos Sastre (2008). Y este año parece que la desdicha en el Tour sigue persiguiendo al ciclismo español como sucedió en 2019 y 2020. «He tirado al palo», lamentó el jueves, utilizando un término futbolístico, Imanol Erviti tras quedar segundo, como le ocurrió a Ion Izagirre en el estreno alpino, el día de la gran exhibición de Tadej Pogacar, que ayer rodó tranquilo, como el día anterior camino de Nîmes, aunque sin compañeros al lado cuando hubo amenaza de viento.

Y es la etapa que Iván García Cortina aprieta a Cavendish. «Salió con mucha fuerza y Morkov tuvo que capturarlo», cuenta el velocista británico en la meta de Carcasona. Es el mismo Cortina que compartió un año de equipo, en el Bahrein, con Cav, antes de fichar por el Movistar. Y es el Cortina que en la primera victoria del ciclista del Deceuninck se para para darle la enhorabuena y proclamarle admiración. Es también el Cortina que anda acatarrado por el frío de los Alpes, el que piensa en bajarse de la bici al inicio de la etapa. «Así no aguanto 220 kilómetros», se dice a sí mismo y lo explica en Carcasona donde habla de que había que llamar a la puerta del Tour por si se abría y por si ganaba esa etapa esquiva para el ciclismo español.

Salta Cortina liberado del trabajo por Enric Mas. Toma unos metros de ventaja. Se ve primero con la meta tan cerca cuando el danés Michael Morkov lo pilla al servicio de la corona británica de Cavendish quien a su rueda solo tiene que darse impulso. Logra la victoria para pensar que si gana la última etapa en París habrá superado a Merckx en triunfos de etapa en el Tour, en una ronda francesa que ve con preocupación una caída fea a 61 kilómetros de la meta, con varios ciclistas al precipicio, con el abandono de Simon Yates y con Rafal Majka, principal respaldo de Pogacar en la montaña, herido y tocado de verdad.