El Sky dirige el pelotón con mano de hierro

Geraint Thomas, a rueda de sus compañeros de equipo

Geraint Thomas, a rueda de sus compañeros de equipo / EFE

Jonathan Moreno

Chris Froome suele dejar su sello cuando la carretera empieza a picar hacia arriba. Habitualmente el ciclista británico nos tenía acostumbrados a ser protagonista en las primeras rampas exigentes del Tour. Atacando y empezando a marcar distancias en la general. Sin embargo, el cuatro veces ganador de la ronda gala prefirió ser cauto en la jornada de ayer. Quien sabe si por falta de fuerzas o por exigencias del guión. 

Froome cedió todo el protagonismo a sus compañeros de equipo, que ni parecieron inmutarse cuando su líder sufrió un inoportuno pinchazo en el tramo sin asfaltar tras la cima de Plateau des Glières. Jonathan Castroviejo se quedó a su amparo y le permitió conectar sin mayores problemas con el resto del pelotón. 

El corredor vasco cumplió a la perfección su papel de gregario de lujo. Castroviejo impuso un ritmo infernal en el tramo final de la etapa, ya cuando las fuerzas justeaban. Así lo reconoció el propio Tom Dumoulin. “Sky impuso un ritmo muy fuerte y el viento pegaba de cara, por lo que todos los que íbamos en el grupo desistimos de la idea de atacar”, dijo en meta el líder del Sunweb.

Jonathan Castroviejo también pinchó en la última ascensión, lo que obligó al getxotarra a ceder la cabeza de carrera a Kwiatkowski. El polaco endureció más si cabe la carrera. Incluso Froome torció el gesto y tuvo que dar órdenes por el pinganillo a su compañero para que bajara un poco el pistón.

Es sólo la primera etapa de alta montaña. Hoy y mañana, con finales en alto, la película puede ser bien distinta. Sin embargo, Sky volvió a enseñar músculo a sus competidores. Las concentraciones en Tenerife que realizan cada año los corredores del equipo británico para preparar el Tour siguen dando sus frutos.