La dura caída al 'Infierno'

Muy pocos ciclistas se salvaron de hacer la croqueta sobre los adoquines camino de Roubaix. La lista de grandes favoritos que besaron la lona en esta novena etapa fue interminable.

Chris Froome, Mikel Landa, Rigoberto Urán, Kwiatkowski, Van Garderen, José Joaquín Rojas y Richie Porte golpearon con sus huesos en el suelo en un momento u otro de los 156,5 kilómetros entre Arras y Roubaix, sinónimo de puro ciclismo. El murciano del Movistar y el australiano del BMC se llevaron la peor parte. Antes de afrontar el primer sector de pavés, cuando el pelotón recorría el séptimo kilómetro de etapa, Porte y Rojas se vieron envueltos en una montonera. Sendos golpes en las clavículas, sin fractura. Retirada. 

Mejor suerte corrieron Nibali y Adam Yates que evitaron por poco el trompazo en el quinto tramo de adoquinado. Aunque se quedaron cortados varios kilómetros. 

Al margen de Porte y Rojas, fue el dos veces podio en París, el local Romain Bardet, el que peor suerte corrió. El del AG2R sufrió hasta tres pinchazos en distintos tramos de adoquinado y problemas con su bicicleta. Por fortuna para él y su equipo, el francés pudo salvar la trampa del pavés cediendo apenas siete segundos respecto a sus adversarios.

También Dylan Groenewegen, doble ganador en la presente edición de la ronda gala, perdió el control de su bici cuando salía del tercer tramo de adoquinado.

Parte de guerra

Rojas sufrió un traumatismo en su hombro derecho, mientras que Richie Porte tiene una luxación acromio-clavicular en el hombro derecho. El australiano ya se retiró el año pasado, curiosamente en una caída en la novena etapa.