Una etapa reina, un infierno

El Col de la Loze tiene 2.304 metros de altitud

El Col de la Loze tiene 2.304 metros de altitud. / EFE

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Hay ocasiones en las que cuesta identificar realmente cuál es la etapa reina de una ronda de tres semanas, llámese Tour, Giro o Vuelta. Pero en esta ocasión no hay duda ni razones para equivocarse. La jornada 17ª de esta ronda francesa es la etapa más dura con diferencia de este Tour, sobre todo porque significa la presentación oficial del Col de Loze, un puerto que dará que hablar y que a buen seguro podrá entrar en la leyenda de la carrera desde su primera ascensión.

No es, ni mucho menos, un día tranquilo prácticamente desde salida puesto que los ciclistas deberán afrontar primero la ascensión a la Madelaine, la única cumbre, digamos famosa, que ha sido incluida en esta edición del Tour. Con la cima justo a 2.000 metros de altitud, los ciclistas deberán ascender durante 17 kilómetros, con un porcentaje medio del 8,4% y un máximo del 10,8%.

Pero el premio del día vendrá con el Col de la Loze, enclavado en lo alto de la famosa estación de esquí de Méribel, a la friolera de 2.304 metros de altitud y con los últimos 8 kilómetros de los 21 totales de subida con un desnivel impresionante que no baja nunca del 9%. Esta parte de la escalada incluye picos mçaximos del 24%. Es un día en el que está prohibido perderse la ascensión por mucho que la prueba esté controlado de forma férrea por el conjunto neerlandés del Jumbo.