Trentin arrasa a la fuga antes de los Alpes

Victoria arrolladora de Matteo Trentin en la última etapa del Tour antes de asaltar los Alpes. Fue una auténtica exhibición de resistencia, explosividad y frescura la del corredor italiano. Tras integrarse en la masiva fuga inicial que marcó la etapa, impuso un ritmo endiablado que relegó a todos aquellos que se atrevieron a cuestionarle hasta cruzar la meta en solitario. 

Tercer triunfo del ciclista de Michelton-Scott en la Grande Boucle, primero en Gap. No se trata de un enclave cualquiera. Encrucijada entre la Provenza y los Alpes, puerta de entrada a los temidos jueces del Tour, ha coronado en múltiples ocasiones a lo largo de la historia a aquellos corredores valientes y capaces de aguantar escapadas largas. Como Trentin. 

"Es una etapa de transición para especialistas en escapadas. Intentaré guardar fuerzas para los tres días de Alpes que vienen", alertaba en la previa Thibaut Pinot, el mejor en los Pirineos y gran esperanza del público local. Una prudencia compartida por Alaphilippe, Thomas y compañía, traducida en inmovilismo generalizado en lo alto de la general. Todos saben que las alturas dictarán sentencia. 

Escapada gloriosa

Tras la jornada de reposo y una etapa de transición en Nimes, el Tour ponía dirección a los Alpes con un aperitivo de 200 kilómetros camino de Gap y dos puertos, el último, de tercera categoría a 8,5 kilómetros de la meta. Un trazado que prolífico para las escapadas y sugerente para los más aventureros. Demasiados alicientes. El ataque se produjo pronto, alentado en un inicio por De Gendt, con 33 corredores a la fuga. 

Hasta el tiempo se puso de su parte, alentando la huída con un cielo encapotado y algún chubasco refrescante. Nada que ver con el calor infernal y el sol inclemente de la anterior etapa. Con estos condicionantes favorables, la huída se estabilizó hasta más allá de los 14' sobre el pelotón, repleto de favoritos, concentrado en reservar fuerzas y evitar disgustos.

El espectáculo lo pondrían otros, sobre todo cuando a 27 km de la meta la escapada se partió. Once corredores superaron la criba, con Gorka Izagirre (Astana Pro Team) entre ellos y Matteo Trentin liderando la ofensiva, al que ya se veía superior al resto. Pronto se descolgó Gougeard y los supervivientes enfilaron el Col de la Sentinelle -5,2 kilómetros al 5,4 % de pendiente media-.

Todo apuntaba a que la etapa se decidiría tras coronar el puerto, pero Trentin sorprendió ante la atónita mirada de sus exhaustos acompañantes. En plena ascensión despegó el italiano con un cambio de ritmo explosivo que rápidamente abrió hueco. Primero Perichon y luego Asgreen amagaron con darle caza pero todo fue en balde. Trentin ya volaba, lejos, hacia la conquista de su tercera etapa en la Grande Boucle.