El 'Increíble Sagan'

Peter Sagan opta a su octavo verde en París

Peter Sagan opta a su octavo verde en París / AFP

Jonathan Moreno

No hay ciclista más carismático y a la par peculiar en el pelotón mundial que Peter Sagan. El eslovaco es puro espectáculo sobre la bicicleta. Vive por y para ganar. Y este año tiene entre ceja y ceja conseguir por séptima vez el premio a la regularidad, algo que le permitiría superar al mítico Erick Zabel en el palmarés verde.

Colmar vio levantar los brazos de nuevo al del Bora e imitar el gesto del 'Increíble Hulk'. Cerrando los puños y exhibiendo músculo. La primavera ha sido yerma para el ciclista mejor pagado del planeta. Sagan necesitaba desquitarse. Partió en cuarta posición en la 'volata' final, a la rueda de Trentin y Van Aert. Encontró hueco por el flanco izquierdo y superó a sus rivales con potencia, despeinándoles al rebasarlos. Sonrisa socarrona rodeado de auxiliares. Tarde o temprano su día iba a llegar.

No decepcionó la quinta entrega de este Tour de Francia. Tim Wellens, líder de la montaña, se empecinó en sumar algunos 'puntitos' extra y se coló de nuevo en la escapada del día. Junto al belga, Simon Clarke, Mads Würtz y el letón Tom Skujins. El entendimiento en el cuarteto duró hasta que el báltico dijo basta y decidió que tenía mejores piernas que el resto. En la subida a Trois-Épis, aprovechó las rampas de mayor porcentaje para abrir gas. Nadie le siguió la rueda. 

Con Sunweb en modo caza oteando la gloria de Michael Matthews, la aventura de Skujins duró hasta el último puerto. El pelotón se reagrupó, Rui Costa desafió sin éxito en los últimos kilómetros y el noruego Boasson Hagen se fundió para conectar con el gran grupo tras una avería mecánica. La esperanza viste de Sagan.