Bernal se baña de 'júbilo inmortal' en el Tour

En 1861, el general Tomás Cipriano de Mosquera decretó la dimensión de las franjas de la bandera colombiana. Sabía lo que hacía: el amarillo, color que ocupa la mitad del pabellón nacional, representa la riqueza del suelo y el sol que baña todos los días al territorio patrio. Hoy, 27 de julio de 2019, representará también la gloria conseguida en forma de maillot: Egan Bernal, un hijo de ese pueblo tricolor, es el primer colombiano que se hará con un Tour de Francia.

Siempre esperó su lugar. Ya lo dice el sabio consejo: "las charreteras que sepas respetar serán las que algún día colgarán de tus hombros". Solo que, quizá, no lo esperaba tan temprano: con apenas 22 años fue capo por delante de Geraint Thomas. "Él es el líder", dijo Bernal sobre el galés en la previa del Tour, bajando la cabeza como lo hizo en su momento con Froome. Pero el equipo británico supo que el bogotano estaba mejor. El tiempo les dio la razón en Val Thorens, altar que coronó a Egan como campeón virtual.

Todo llegó a lo largo de la etapa 20. El inclemente tiempo se puso caprichoso y ordenó que el recorrido se redujera a 59 kilómetros, la más corta hecha en una montaña del Tour durante el siglo que llevamos. "San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol", imploraban los corredores para poder culimnar la jornada, cosa que no pudieron hacer ayer con el alud que detuvo la carrera en el descenso del Iseran.

Pero el último día de montaña, aunque corto, no dejó de ser emocionante. La disputa de la corona de montaña y ver quién iba a ser el ganador de la etapa fueron los otros atractivos del día. Para este último, Vincenzo Nibali tenía una 'vendetta' personal: la caída y fractura de sus vértebras el año pasado lo dejaron con sangre en el ojo. Y ya sabemos lo que es la sangre para un 'tiburón', que atacó el puerto sin piedad para quedarse con lágrimas y alegría de vencedor.

En cuanto al maillot de lunares rojos, Romain Bardet logró mantener su estatus de 'rey de cotas' a pesar de no estar en el lote principal. En una extraña decisión Mikel Landa y Valverde atacaron por el Movistar para entrar 2º y 3º, cuando curiosamente era Nairo Quintana el que pujaba por llevarse la camiseta de la montaña. Será el francés el que acompañe a Sagan como campeón de la Regularidad, como para variar un poco: es la séptima vez que el eslovaco se lleva el maillot verde.

La última cita será el tradicional paseo en los Campos Elíseos, donde el líder suele lucir el maillot amarillo con una buena ventaja en esta última etapa. A ritmo de alguna cumbia o vallenato, Bernal rondará para homenajear la historia que está escribiendo en París. La champaña no se podrá reemplazar por aguardiente, pero la Marsellesa no será lo que suene para cantarle al campeón. En su lugar, la oda será para la gloria inmarcesible y el júbilo inmortal de las notas del himno colombiano. Todo gracias al 'niño' de Zipaquirá con corazón de leyenda.