Alaphilippe afianza su amarillo a pie de los Pirineos

Fue la contrarreloj de la sorpresas. Pocos, muy pocos habrían apostado por el triunfo de Julian Alaphilippe en la batalla contra el cronómetro lidiada en Pau. Pero así fue. Contra todo pronóstico, el poseedor del maillot amarillo afianzó su condición y doblegó por catorce segundos a todo un especialista de la disciplina como Geraint Thomas en los 27,2 kilómetros.

El galés rubricó una brillante etapa, aunque nada se esperaba el rendimiento del líder. Después de esta 13ª entrega del Tour de Francia se abre una tremena incógnita, ¿podrá Alaphilippe aguantar hasta París de amarillo? La respuesta sería a priori negativa. En la 'Grande Boucle' nunca se sabe. Con esa perilla de 'mosquetero', el francés va a vender muy caro el primer escalafón del podio.

Cerca de él en la general se encuentra su compañero de equipo en el Deceuninck, el español Enric Mas, cuarto clasificado. Como ya demostró la temporada pasada en La Vuelta a España, el balear va con buenas piernas y, pese a su juventud, es un adversario a tener en cuenta de cara a la foto en los Campos Elíseos. Ahora viene su terreno, donde mejor se defiende. Mas va a más. 

Asombrante fue también la etapa de Thomas de Gendt. Son conocidas sus dotes de intrépido aventurero, de cazador de recompensas, de lobo estepario. Pocos esperábamos una crono como la que se marcó el flamenco. Acabó tercero el día. Sabía Movistar que iba a ser duro, y la escuadra telefónica confirmó los malos presagios. Más tiempo a recuperar para Nairo Quintana y Mikel Landa. El mejor volvió a ser Alejandro Valverde.

La nota negativa fue el 'trompazo' monumental de Wout van Aert. El joven belga, que rodaba en buenos registros, se enganchó con una valla a falta de 2 kilómetros. Herida profunda en la parte superior del muslo derecho y abandono. Agridulce estreno del prometedor corredor en la ronda gala, donde selló una victoria de etapa.