Roger Federer ya calienta motores

Roger Federer está de vuelta. Con esa sonrisa que le caracteriza, el suizo se prepara para volver a competir sobre tierra batida. Lejos, muy lejos de su hábitat natural. A principios de este año, el actual número cuatro del mundo anunció que esta temporada volvería disputar torneos sobre este tipo de superfície por primera vez desde 2016.

Más motivado que nunca acudirá a dos torneos. El helvético ha trazado su plan de forma meticulosa para esta gira sobre arcilla y lo ha hecho minuciosamente. A priori, solamente disputará dos torneos en este próximo mes y medio de competición (lejos de los cinco que tiene previsto jugar, por ejemplo, Rafa Nadal). El primero de ellos será el Mutua Madrid Open que le trae buenos recuerdos. En la capital española, Federer ha levantado el título de campeón en tres ocasiones (2006, 2009 y 2012), eso sí, la primera vez, el torneo todavía se disputaba sobre superfície dura.

El otro, como no podía ser de otra forma, será Roland Garros, el segundo 'grande' de esta campaña. Lo conquistó en 2009. Es su único Major sobre tierra. Sin Nadal, su romance con París hubiese sido completamente distinto. En Italia, los dirigentes del Masters 1000 de Roma todavía sueñan con la presencia del suizo en su torneo aunque, a día de hoy, es todo una incógnita ya que en su calendario solo tenía previstas dos competiciones sobre polvo de ladrillo. Avisa que viene para 'pulverizar' (time to grind) a sus rivales. El objetivo de Roger está claro.