Rafa Nadal demolió por completo a Alexander Zverev

Rafa Nadal celebra el pase a los cuartos de final de Barcelona

Rafa Nadal celebra el pase a los cuartos de final de Barcelona / AFP

Neus Yerro

Se esperaba mucho, muchísimo, del duelo entre Rafa Nadal y Alexander Zverev en los octavos de final del Masters 1000 de Montecarlo. Era la tercera vez que se veían las caras y en las dos anteriores, el joven tenista alemán dio trabajo al balear: dispuso de punto de partido en los octavos de final de Indian Wells 2016 y en la tercera ronda del Open de Australia 2017 llevó a Nadal al quinto set.

En Montecarlo, sin embargo, fue un partido sin apenas historia, que el tenista de Manacor resolvió con solvencia en sólo 68 minutos de juego: 6-1 y 6-1. Triste celebración de 20 aniversario para 'Sascha', que no logró acostumbrarse a los efectos y las bolas con peso que tan bien maneja Nadal en tierra batida.

Demolición completa de Zverev, que no tuvo su día. No sacó bien (concedió doce oportunidades de romper su saque a Nadal y no dispuso de ninguna); no golpeó con comodidad, en especial con su derecha (acumuló un total de 44 errores por 16 de Rafa); no subió a la red con garantías... y todo eso es conceder demasiada ventaja al balear, que sumaba su victoria número 60 en la competición monegasca.

Nueve juegos consecutivos (del 1-1 del primer parcial al 4-1 del segundo) fueron suficientes para desquiciar por completo a Zverev, que acabó emprendiéndola con una de sus raquetas: la rompió por la mitad.

No necesitó estar brillante pero sí muy sólido, muy serio, Rafa para certificar su pase a los cuartos de final, donde espera al vencedor del duelo entre el argentino Diego Schwartzman y el alemán Jan-Lennard Struff