Nadal y Tsitsipas se retan por el título

El campeón mallorquín busca el 12º título en Barcelona contra el tenista más en forma del año

“Será un partido de máximo nivel y deberé tener las ideas muy claras", dice el mallorquín

Nadal celebra su pase a la final

Nadal celebra su pase a la final / EFE

Jaume Pujol-Galceran

Rafael Nadal. Está donde quería estar cuando llegó a Barcelona. Se acabaron las dudas. Listo y dispuesto para luchar por su decimosegundo título en la pista que lleva su nombre. Con "poco a perder y mucho a ganar", decía tras vencer a Pablo Carreño por 6-3 y 6-2.

Hoy le espera Stefanos Tsitsipas, el último campeón de Montecarlo, número 5 mundial , primero de la clasificación del año y el tenista más en forma del momento. El tenista griego se deshizo con comodidad del italiano Jannik Sinner, otro de los talentos de la nueva generación, al que derrotó por un doble 6-3.

Novena victoria seguida

Tsitsipas logró su novena victoria consecutiva desde que que cayó en las semifinales del Masters 1.000 de Miami y lleva acumulados 17 sets consecutivos sin perder.

 "Está en el mejor momento desde que le conozco. Es un jugador muy completo. Con una gran derecha y saque, una movilidad espectacular y un buen revés. No tiene puntos débiles. Será una final de máximo nivel y yo deberé tener las ideas muy claras", valoraba Nadal.

Hace tres años, Tsitsipas se dio a conocer tenísticamente en Barcelona al jugar su primera final. Entonces el tenista griego era el 63 mundial y encajó un duro correctivo ante Nadal (6-2, 6-1). Desde entonces se han enfrentado en ocho ocasiones y Tsitsipas le ha ganado dos veces. En el 2019 en Madrid y este año en el Abierto de Australia.

Tras la eliminación en cuartos de final de Montecarlo ante Andrey Rublev, Nadal había aterrizado en el RCT Barcelona preocupado. No estaba nada contento de su juego pero se puso el mono de trabajo para recuperar el tiempo perdido tras dos meses de inactividad. "He jugado poco por la pesadilla que estamos viviendo todos, pero poco a poco he ido mejorando. Las sensaciones son mejores. Estoy en el camino", recalcaba.

Preparado para el examen

Nadal quizás no está al máximo nivel, pero se siente preparado y con ganas de afrontar el examen ante Tsitsipas. Ayer Carreño lo comprobó. En poco más de 25 minutos el tenista asturiano había encajado un 5-1 y en 1 hora y 29 minutos se marchaba con la novena derrota, sin haberle podido ganar un set nunca en tierra.

El tenista asturiano, 13 mundial, solo pudo maquillar el resultado al final del segundo set en el que hizo un ‘break’ (5-2) y dispuso de tres ‘break points’ para el 5-4. Pero Nadal no le dio ninguna opción. Reaccionó rápido. No quería más sorpresas. 

El deseo griego

Tsitsipas también se presentará en la central con las ideas muy claras. "Mi objetivo es salir invicto", anunció tras vencer a Sinner. "Sería muy importante para mí encadenar dos semanas sin perder, eso sería algo genial", aseguraba el griego.

Nadal dice tener otros objetivos. "Mas allá del resultado, lo importante es estar ahí. Deberé dar un paso más para tener opciones reales".

El tenista mallorquín conoce el momento de Tsitsipas. Ayer pudo verle por televisión ante Sinner. El tenista griego apenas tuvo problemas ante un rival que viene pidiendo paso. El joven italiano, de 19 años, solo quiso plantarle cara pero se fue desinflando poco a poco, a medida que desaprovechaba las siete oportunidades de ‘break’ que tuvo, sin concretar ninguna. En cambio, Tsitsipas, lo logró a la primera (3-2) y ya no soltó la presa hasta asegurarse la gran final. 

60 finales de 67

La oportunidad de conseguir el doblete Montecarlo-Barcelona, algo que su rival, Nadal, ha conseguido en las 11 ocasiones que ha disputado la final y donde, hasta el momento, solo ha perdido un set. No solo eso, en 67 finales disputadas sobre tierra en 17 años desde que ganó la primera en Sopot (2004), solamente ha dejado escapar siete. Dos ante Roger Federer (Hamburgo 2007 y 2011), tres ante Novak Djokovic (Madrid y Roma 2011, Montecarlo 2012) y una ante Andy Murray (2015) y Horacio Zeballos (Viña del Mar, 2013). Nadie puede ser más efectivo.