Nadal, a semifinales trabajando

Rafa Nadal avisó de que no estaba pasando por un buen momento y que se trataba de dar pasos adelante. No pasos de gigante, “no subir los escalones de cinco en cinco sino uno a uno pero con firmeza”, decía.

El alemán Jan-Lennard Struff le puso de nuevo ante la obligación de dar una versión consistente. Un buen saque y una buena derecha son sus armas, así que Rafa buscó su revés una y otra vez. Sirvió de entrada, pero Struff se despojó de los nervios de los primeros juegos, empezó a soltarse y a complicar la vida a Nadal conectando golpes que levantaban los aplausos de la grada.

El manacorí no estaba cómodo pero se le veía mejor, progresando adecuadamente. Así, rompía el servicio a su rival en el cuarto juego (3-1) y lo confirmaba con un 4-1 que auguraba un set rápido, pero Struff, número 51 del mundo y cuyo mejor rnaking ha sido el 44,  recuperó el 'break' en el séptimo juego y cada vez se creía más con opciones de dar la campanada. Abriendo el juego a las líneas ponía contra las cuerdas a Nadal.

Rafa acabó ganando el set de la mejor manera, con un juego en blanco con saque del germano y conectando algunos winners que celebraba con este ‘vamos’ que le ayuda a en su autoconfianza. 

Fue la mejor inyección de confianza teniendo en cuenta que el saque es una de las armas de este jugador germano de 196 centímetros y que el jueves cumplió 29 años.

Rafa no estaba por la labor de perder más minutos de los necesarios en la pista objetivo totalmente opuesto al de Sturff, quien nunca antes se había enfrentado a Rafa Nadal y que está viviendo en Barcelona su mejor torneo pese a su edad.

Con buenas piernas contrarrestó las dejadas con las que intentaba Rafa y le fue comiendo la moral al manacorí que volvía a cometer errores y no conseguía tomar la delantera.

Con 4-5 Struff ganaba su juego en blanco, pero Rafa se lo devolvió en el siguiente. 6-5 y toda la presión para Struff. Y ahí el alemán 'pecó' y Rafa con rompió su saque y con un 'passing' cerró el partido y su pase a semifinales.