Nadal no quiere más sustos

El campeón logró su victoria 450 en tierra para acceder a las semifinales y se marchó a entrenarse “para soltar el brazo”

Tsitsipas y Sinner buscarán su pase a la final del torneo en un duelo de ‘Next Gen’

Nadal se verá las caras con Carreño en semifinales

Nadal en cuartos de final ante Norrie / AFP

Jaume Pujol-Galceran

"Demaneu pista", gritó Rafael Nadal con gesto serio hacia el palco de su equipo al segundo de ganar a Cameron Norrie por 6-1 y 6-4 y clasificarse para las semifinales del Barcelona Open Banc Sabadell. No había tenido suficiente con la hora y media que estuvo en la pista. A Nadal no le gustó el final del partido, en el que pu escapar una ventaja de 4-2 y tuvo bola de 5-2 que no pudo concretar.

En el primer set solo había cedido un juego ante el tenista británico (53 mundial) pero, en el segundo, se enredó nuevamente como le había pasado en los anteriores partidos ante Ilia Ivasha y Kei Nishikori.

Nadal dio la impresión que encontraba mejores vibraciones que en los dos anteriores partidos. Tenía más ritmo en pista. Mandaba más con su derecha y su saque era más efectivo. En el primer set, Norrie no le pudo hacer ni un punto de ‘break’ y él rompió dos veces el saque del tenista británico. Y así se mantuvo hasta que a los 80 minutos de juego Norrie logró hacer el primer ‘break’ (4-4).

“Soltar el brazo”

No le gustó a Nadal. El tenista mallorquín apretó los dientes para ganar los dos siguientes juegos y el partido en el segundo ‘match ball’. Era su victoria 450 sobre tierra y la 64 que conseguía en Barcelona.

Y decidió celebrarlo con un entrenamiento extra. Media hora de peloteo para «soltar un poco el brazo e irme a casa con más soltura. Creo que después de un buen primer set, el segundo set ha sido más liado. No es la primera vez, ni la última que lo hago», decía en la sala de prensa, a través de Zoom, aún sin ducharse.

Nadal trabaja a destajo para recuperar el tiempo perdido durante los dos meses que no ha jugado. «Teniendo en mente siempre el medio plazo, no sólo la inmediatez. Busco las cosas que me ayudan a estar un poco mejor, día a día», destacó.

Nadal no quiere sorpresas. Sabe que afronta un fin de semana duro donde le esperan rivales más duros que los tres últimos que ha tenido. Este sábado será el asturiano Pablo Carreño que eliminó al argentino Diego Schwartzman por 6-4, 3-6 y 7-5, tras remontar un 5-2 en contra.

Talentos jóvenes

Y, si supera la prueba, domingo estarán dos de los nuevos talentos de la ‘Next Gen’ que viene pisando fuerte y pidiendo paso. El más preocupante, seguramente, el griego Stefanos Tsitsipas, reciente campeón de Montecarlo, quinto del mundo y líder de la clasificación mundial de la temporada, que alcanza las semifinales sin haber perdido un set en 15 partidos desde que cayó en las semifinales de Miami.

Ayer Tsitsipas se impuso con facilidad del canadiense Felix Auger Aliassime por un doble 6-3. Y sus próximos rivales no van a darle las facilidades de los tres anteriores. Pero antes de que Tsitsipas pueda volver a jugar la final en Barcelona como ya hizo en 2018, que perdió ante Nadal, el tenista griego deberá ganarse la plaza ante el joven talento italiano, Jannik Sinner, que eliminó al ruso Andrey Rublev por 6-2 y 7-6 (8-6).

Sinner, de 19 años y 19º mundial, se impuso en una batalla de palos a un Rublev, que no ha llegado a Barcelona con las sensaciones de Montecarlo, donde dio la sorpresa eliminando a Nadal. El italiano ya mostró

«Un partido no significa nada. Se trata de la consistencia. Yo intenté encontrar el ritmo adecuado y mi juego», valoraba el italiano tras derrotar a Rublev. Lo consiguió en el primer set pero en el segundo tuvo más problemas hasta el ‘tie break’. Rublev tuvo una bola para forzar el tercer set con 6-5 y saque, que el italiano logró salvarla para apuntarse los dos puntos siguientes rematando la victoria con un ‘ace’.