Nadal 'despide' a Ferrer en Barcelona

El abrazo entre Nadal y Ferrer hoy

El abrazo entre Nadal y Ferrer hoy / VALENTÍ ENRICH.

David Boti

David Boti

Un paso más. Rafa Nadal, que en la previa de su debut hacía referencia a subir y bajar una escalera para definir cómo están siendo sus últimos meses de competición, ya está en cuartos de final tras vencer a David Ferrer (6-3 y 6-3). Volvió a subir un escalón más. 

El manacorí sufrió en sus primeros juegos de servicio. Quizá por los nervios, por esa falta de regularidad que arrastra en su juego (solamente ha disputado 19 partidos en este 2019) o por enfrentarse a un amigo como es el valenciano en el que significó su despedida oficial del Barcelona Open. En la rueda de prensa posterior, el actual número dos del mundo se deshizo en elogios hacia su rival de este jueves. 

La percepción sigue siendo la misma. Nadal sigue sin estar del todo cómodo sobre la pista a pesar de jugar sobre su superficie favorita. Es una evidencia. En el sexto juego del primer set, Rafa empezó a decantar el duelo su favor con la primera rotura del choque y ya no dejaría escapar esa ventaja ante el de Jávea.

Tras el parón por la lluvia, que volvió a hacer acto de presencia durante la jornada, el guion se desordenó. Varias roturas de servicio y un nuevo amago de pausa acabaron beneficiando a un Nadal más acertado en la fase decisiva del partido. El alicantino salvó tres bolas de partido, pero cedió, finalmente, en la cuarta. 

{"zeta-legacy-video":{"videoId":72972066}}Ferrer, que había perdido las cuatro finales que ha disputado en el RCT Barcelona precisamente ante Nadal, se lo dejó todo en la pista como siempre, consciente de que su físico ya no es el de antaño. Ni tampoco la consistencia de su juego. Un muro que ya muestra grietas propias del paso del tiempo. Con este triunfo, el balear sumó su victoria número 26 ante ‘Ferru’ y también alcanzó, al mismo tiempo, las 60 victorias en el torneo barcelonés, más que ningún otro tenista.

STRUFF, PRÓXIMO RIVAL

En su camino hacia su 12º título en Barcelona aparece, ahora, el alemán Jan-Lennard Struff, que derrotó al griego Stefanos Tsitsipas (6-4, 3-6 y 6-2), finalista el pasado año. El manacorí ya ha superado las dos primeras pruebas, pero sin la brillantez con la que tiene malacostumbrados a los aficionados a este deporte. Sigue tratando de encontrar esa versión que le permitió ser intratable sobre arcilla. Nadal continúa subiendo la escalera. SIn mirar atrás.