Nadal, 18 días para llegar a Wimbledon

Sin descanso, sin pausa para deleitarse de su última hazaña en Roland Garros, Rafa Nadal no ha perdido ni un segundo para iniciar el tratamiento para esa maldita lesión crónica que padece en su pie izquierdo desde 2005, bautizada como Müller-Weiss y descubierta en el primer cuarto del siglo XXI.

En sus 19 años en la alta competición, el cuerpo de Nadal ha pasado un auténtico ‘vía crucis’ en forma de lesiones o contratiempos físicos y, aun así, ha hecho historia en el deporte de la raqueta. Nunca, rendirse ha sido una opción para él. En estas casi dos últimas décadas pisando pistas, el tenista español se ha caído tantas veces como se ha levantado.

Hasta 23 ‘cicatrices’ lleva grabadas en sus carnes, en sus articulaciones, en sus huesos. Roturas, fisuras, tendinitis, pinchazos, inflamaciones, la dichosa Müller-Weiss... Su capacidad de lucha, de sobrellevar el sufrimiento, lejos de hacerle mella física y mentalmente, lo ha hecho más fuerte. Nadal transmite su facultad de luchar hasta el último punto, hasta la última bola, de las pistas a su vida. 

Es un deportista feroz, un guerrero, capaz de competir con dolor y no mostrar ni una mueca de tormento. Su extraordinaria fortaleza mental le ha llevado a encajar cada lesión como un reto más. Solo así se entiende que, lejos de haber arrojado la toalla ahora con 36 años, se mantenga en la cima del tenis engrosando su palmarés y coqueteando año tras año con el número 1.

Tras levantar la Copa de los Mosqueteros en la glamurosa Philippe-Chatrier después de derrotar a Casper Ruud, Rafa Nadal ya se ha sometido a una terapia con radiofrecuencia pulsada que, espera, adormezca, aunque sea de forma temporal, los nervios sensitivos que le atormentan desde hace años. Si el tratamiento funciona, estará, con las ‘cicatrices’ de sus 23 lesiones, con total seguridad el 27 de junio pisando la hierba de la central del All England, en Wimbledon. Faltan 18 días.