Medvedev se mete en su primera final sobre tierra

Primera final en el Barcelona Open. Primera final sobre tierra batida en el circuito ATP. Es, sin duda, una de las mejores semanas, para Daniil Medvedev. El ruso, número 14 del mundo, venció a Kei Nishikori en la primera semifinal del día (6-4, 3-6 y 7-5) tras casi dos horas y media de partido. A sus 23 años, el tenista de Moscú está viviendo uno de sus mejores momentos de su carrera profesional. Eso sí, sobre una superficie que no es para nada su preferida.

Antes de 2019, su balance sobre tierra batida era de dos victorias y once derrotas. Un registro nada extraño para un tenista acostumbrado a ganar muchos más partidos sobre pistas rápidas -sus cuatro títulos los ha conseguido sobre esta superficie- por su servicio y su estilo de juego agresivo. Y, esta temporada, además de ser el tenista con más triunfos (25) acumula ya ocho y una sola derrota en arcilla, precisamente, en las semifinales del pasado Masters 1000 de Montecarlo, torneo en el que dejó por el camino al número uno del mundo, Novak Djokovic.

Tras un temprano 'break' en el tercer y definitivo set, llegó el cambio. Más mental que físico. Medvedev, que por el camino rompió una de sus raquetas, se volvió un muro, especialmente, con su potente revés a dos manos. Con uno de ellos, llegó un paralelo inmaculado que le dio el punto de partido y que no desaprovechó. Los dos puños arriba y una sonrisa de oreja a oreja. 

En la final de este domingo, Daniil se verá las caras contra el ganador del duelo entre Rafa Nadal Dominic Thiem. Con el balear será el primer choque entre ambos y contra el austríaco disputaría el segundo partido. El primero fue en los cuartos de final San Petersburgo del pasado año. En aquella ocasión, ganó el austríaco en tres mangas. Persigue su segundo título en 2019 en su tercera final del año (perdió en Brisbane y ganó en Sofía), pero sobre todo, seguir sumando buenos resultados para acercarse, todavía más, al top10 mundial.