Garbiñe Muguruza apunta a los Grand Slams

Bajo la tutela de Conchita Martínez, Muguruza rompió una sequía de dos años sin títulos

Con 18 triunfos, la hispanovenezolana es la tenista que más ha ganado en este 2021

Garbiñe, en una imagen de archivo

Garbiñe, en una imagen de archivo / EFE

SPORT.es

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Garbiñe Mugurza ha vuelto. La trabajada victoria de la hispanovenezolana en la final del WTA 1000 de Dubái sobre la checa Barbora Krejcikova (6-7 y 3-6) en dos horas y diez minutos ha sido, hasta el momento, el colofón de un ilusionante arranque de año. Porque no ha sido ni mucho menos un éxito aislado. Más bien, el ansiado premio a una trayectoria sostenida y ascendente. 

Garbiñe disputó en Dubái su tercera final en lo que va de 2021. Ashleigh Barty, número uno del mundo, y Petra Kvitova, ganadora de 28 trofeos, la habían dejado con la miel en los labios en Melbourne (Yarra Valley Classic) y Doha (Qatar Open). 

No pudo presenciar en directo su victoria Conchita Martínez por culpa del coronavirus, lo que no impidió a la entrenadora vibrar a través de la pantalla con la actuación de su jugadora. “Impecable la semana de Garbiñe, nivel altísimo de juego y de adaptación a las adversidades”, tuiteó la extenista tras consumarse el triunfo. “Se lo dedico especialmente a ella”, la correspondió Garbiñe en un escenario sin público a causa de la pandemia.

Unión exitosa

Una comunión entre maestra y aprendiz que promete seguir cosechando éxitos. Tras dejar atrás su tormentosa relación con su anterior entrenador, Sam Sumyk, Mugurza ha encontrado bajo la tutela de Martínez una constancia que empieza a dar sus frutos.

Una mejoría basada en la fortaleza mental, que tantas veces le había jugado en contra, y ya quedó patente el año pasado en el Open de Australia, donde Garbiñe cayó en la final ante Sofia Kenin. El triunfo en Dubái abre una nueva etapa en la carrera de la hispanovenezolana, que cortó una sequía de dos años sin títulos. 

Con 18 victorias, Garbiñe es la tenista que más ha ganado en 2021, solo superada en la ‘race’ anual por Naomi Osaka, su verdugo en el último Open de Australia. Una trayectoria que da motivos a Muguruza para soñar a lo grande.