Garbiñe Muguruza cae ante Petra Kvitova en la final de Doha en tres sets

Garbiñe Muguruza tuvo que ser atendida por molestias en su rodilla izquierda

Garbiñe Muguruza tuvo que ser atendida por molestias en su rodilla izquierda. / AFP

Claudia Rossel

No pudo ser. Pese a imponerse con claridad en el primer set, Garbiñe Muguruza perdió la final del torneo de Doha al caer ante la checa Petra Kvitova en tres mangas, con un marcador final de 3-6, 6-3 y 6-4. La hispano-venezolana necesitó atención médica por una lesión en su rodilla, y al final tuvo que ceder ante el empuje de una Kvitova que parece volver por sus fueros, ya que venía de ganar en San Petersburgo y remontó en la final catarí para acabar llervándose el entorchado tras dos horas y cuarto de partido.

Garbiñe llegaba a la final con menos recorrido y menos horas en pista que su rival, ya que quedó exenta en primera ronda y no tuvo que jugar ante Halep por lesión de la rumana, lo que se notó en un primer set donde Muguruza llegó a colocarse con 5-0 a su favor. Garbiñe se mostró muy sólida al principio, construyendo bien los puntos desde el fondo de la pista y provocando los errores no forzados de la checa, doble campeona de Wimbledon.

Pero los problemas físicos en su rodilla izquierda hicieron mella en la española, que sufrió ante el perfecto revés de una Kvitova dispuesta a reverdecer laureles. No funcionó el servicio de Muguruza en un segundo set que se llevaba Petra Kvitova por 6-3. 

Tras ceder en este segundo parcial, Conchita Martínez bajó a la pista y aconsejó a Garbiñe que reaccionara y evitara sus tiros. "Mueve tus piernas, evita su revés cruzado con el que ella está muy fina, varía tu saque y dale más aceleración, todo lo que puedas", le dijo la excampeona de Wimbledon a su pupila.

La experiencia de Kvitova se impuso en el tercer set. La checa se limitó a golpear con fuerza al centro y a esperar el fallo de la española. Y Garbiñe cedió su saque en el quinto juego, y después llamó a la fisio por unos problemas en la rodilla izquierda. Era ya demasiada ventaja para la checa, que poco a poco se hizo con el mando del encuentro para apuntarse la victoria.