Federer, ¿ante el adiós definitivo?

El suizo pasa por el quirófano por tercera vez en año y medio y deja en el aire su regreso al circuito

Su voluntad es la de volver a recuperarse y retirarse en la pista con un adiós a la altura de su leyenda

Federer, durante el pasado Wimbledon

Federer, en Wimbledon / AFP

Roger Payró

Nada es para siempre. Tampoco las incontables leyendas que nos deja y ha dejado el deporte. En el tenis, Roger Federer es uno de los que tiene reservado un sitio en el Olimpo. Uno de los mejores de la historia –si no el mejor- que paulatinamente llega a su ocaso. Como le pasará a Rafa Nadal. Y a Novak Djokovic. Tres auténticos depredadores del mundo de la raqueta que llevan repartiéndose el pastel los últimos quince años.

El suizo, que este agosto cumplió ya 40 primaveras, se acerca al adiós definitivo. Una despedida que, no obstante, no quiere que sea fría y triste. Difícilmente se puede elegir un momento idóneo para decir ‘hasta aquí’, pero Federer quiere retirarse sobre las pistas. Ahora una nueva intervención en su maltrecha rodilla derecha le volverá a apartar del circuito durante “varios meses” tal y como él mismo reconoció este pasado domingo. Un nuevo palo en las ruedas para el ganador de 20 Grand Slams.

La pandemia castigó muchísimo a Federer. Le pilló con 38 años y estar tanto tiempo parado no le ayudó en su reto de seguir en activo al más alto nivel y tratar de alcanzar su 21º ‘Major’. Esta nueva operación será la tercera en el último año y medio y el objetivo no es otro que hacer un último intento por terminar por todo lo alto.

Un Wimbledon amargo

El camino fácil para Roger sería el de decir basta, pero su orgullo se lo impide. El polaco Hurkacz le derrotó a principios de julio en tres sets en los cuartos de Wimbledon, su último encuentro antes de volver a hacer un alto en el camino. El 6-0 que le endosó en su casa sería un triste epílogo para una carrera que rebosa éxitos.

Es casi quimérico imaginarse a Federer volviendo a levantar un título importante. Estos últimos problemas físicos le obligaron a renunciar a Tokio. La cita nipona era la última baza para lograr el oro individual en los Juegos. En Rio 2016 ya renunció para recuperarse en un año en el que la rodilla izquierda le hizo hacer un paréntesis de seis meses. Salvo sorpresa su bagaje de metales olímpicos será el oro en dobles con Wawrinka en Pekín 2008 y la plata individual de Londres 2012.

De vuelta a la actualidad, Federer se niega a que un ‘rosco’ sea su último resultado. Menos aún en la Catedral del tenis, en su segunda casa. Sólo en Basilea sienten más devoción por el helvético. Sea con 40 o ya con 41 años, su intención es volver. Pocos días antes de confirmar su noticia, Roger se mostraba optimista sobre el futuro. “Acabo de cumplir cuarenta y sigo activo, quién lo hubiera creído. Seguramente yo no. Estoy totalmente en sintonía conmigo mismo y estoy seguro de que todavía quedan muchas cosas buenas por venir”, decía.

Discurso realista

Su mensaje reciente, en el que anunció la nueva operación, era más realista: “Quiero estar saludable, correr con normalidad y darme un rayo de esperanza. Sé lo difícil que es a esta edad, en este momento, hacer otra cirugía e intentarlo”, apuntó Federer, que una vez pase por el quirófano estará “varias semanas en muletas”. Resiliencia, no le queda otra a la leyenda de Basilea.

En 2021, cuando celebró su regreso tras 405 días en el dique seco, ya se hizo el calendario más a medida que nunca. El gran objetivo era llegar bien a Wimbledon, meta que cumplió a pesar del amargo final. La tierra batida apenas la tocó y la gira americana ya era demasiado para su cuerpo. Roger volverá a pasar por el mecánico y por su bien y el del deporte en general, ojalá pueda cumplir un último deseo y poner un punto y final vestido de corto.

Paralelismos con Rafa Nadal

A pesar de ser cinco años menor, Rafa Nadal entiende a la perfección por lo que pasa Roger Federer. A sus 35 primaveras, el balear lleva lustros sufriendo en lo físico. Solo su capacidad de resistencia, voracidad y tenacidad por convertirse en uno de los mejores de la historia le ha ido permitiendo esquivar los constantes reveses que le ha ido dando su cuerpo ya desde joven. El balear sabe lo que es lidiar con problemas de rodilla aunque en 2021 han sido otras dolencias.

A principio de año fue la espalda la que le hipotecó durante todo el Open de Australia, donde incluso se vio obligado a modificar su técnica de saque. Para terminar de recuperarse renunció a varios torneos y se centró ya en la gira de tierra, donde exhibió su mejor nivel como casi siempre. Sin embargo, en pista dura ha sido el pie izquierdo el que ha lastrado sus participaciones. Renunció a Toronto y a Cincinnati. Su US Open está en el aire.