'Dulce' derrota de Rafa Nadal en Indian Wells ante Djokovic

Rafa Nadal perdió, es cierto, pero lo hizo a lo grande, dando un paso al frente. Lo hizo compitiendo ante el número uno, luchando a un alto nivel y por ello se fue ante una ovación por parte de un público que vio a otro Nadal en la pista. Vio al Nadal fuerte mentalmente, agresivo, con fuerza física, arriesgando y con golpes ganadores. Ante Djokovic jugaron un partido de los de antes, de los de disfrutar, de los de quedarse ante el televisor sin poder levantarse. Es cierto que Nadal perdió por 7-6 (5), 6-2 y que estará cabreado por ello pero cuando analice lo que pasó en la pista de Indian Wells ayer verá que fue algo muy positivo. Está en el buen camino.

El partido empezó con ambos jugadores algo dubitativos, y ello propició que Rafa, más atento y con las buenas sensaciones que percibió en cuartos ante Kei Nishikori, se pusiera 2-0 rompiendo a las primeras de cambio el saque de su rval. Pero el número uno no estaba por la labor de dejar escapar al mallorquín en el marcador y recuperó enseguida el saque.

La igualdad en el marcador y en la pista continuó hasta el final del primer set tras salvar Rafa una bola de break y una bola de set. Se llegó pues al desempate que se jugó de nuevo de tu a tu, pero finalmente cayó del lado del serbio.

En la segunda manga lo cierto es que al mallorquín le costaba ganar su servicio. Uno de los juegos duró 11 minutos y 6 segundos. Se hacían eternos en la pista, pero espectaculares en la grada con puntos de gran tenis, haciendo las delicias de un público entregado.

El sexto juego fue determinante. Djokovic rompe el saque de Nadal cuando este estaba jugando sin apenas fisuras. Pero Djokovic es mucho Djokovic. Nadal se defendió con uñas y dientes, no quería que se acabara el partido y salvó hasta cinco bolas de partido, pero a la sexta el serbio no perdonó y se metió en la final.

En ella se medirá al canadiense Milos Raonic que se impuso al belga David Goffin por 6-3, 3-6 y 6-3 en dos horas, en la primera semifinal.