Tenis

El día que Djokovic pudo ser británico

Murray y Djokovic se abrazan tras la victoria del serbio en Roland Garrós

Murray y Djokovic se abrazan tras la victoria del serbio en Roland Garrós / sport

Neus Yerro

Neus Yerro

Hay historias que quedan enterradas con el paso del tiempo. Si una de estas historias hubiera llegado a buen término, el tenis británico sería el absoluto e indiscutible dominador del tenis mundial desde hace tres años.

Porque hubo un tiempo en el que Novak Djokovic pudo haber sido británico...

Nacidos con una semana de diferencia, el reciente número 1 de la ATP, Andy Murray (15 de mayo de 1987)  y 'Nole' (22 de mayo de 1987) empezaron ya desde niños a encontrarse en las pistas y fuera de ellas. De ahí nació una amistad que, con matices ya que ambos están luchando por los mismos objetivos, se ha mantenido con el paso de los años.

En abril de 2006 la madre del serbio, Dijana, contactó con la Federación Británica (LTA) durante la eliminatoria de Copa Davis que enfrentó a Gran Bretaña y Serbia-Montenegro. Sopesaban la posibilidad de instalarse en Londres pensando, no sólo en Novak, sino también en sus hermanos, Marko Djordje, que también tenían intención de convertirse en profesionales.

En aquellos momentos, Djokovic era el 'top 40' más joven (a punto de cumplir 19 años); Murray iba unos pocos puestos por detrás en el ranking (45) pero el tenis británico veía que sus estrellas, Tim Henman y Greg Rusedski,  canadiense nacionalizado, se hacían mayores.

La LTA, en la persona de su nuevo director ejecutivo, Roger Draper, no dudó en escuchar a la familia Djokovic y en remover cielo y tierra, además de ofrecer el oro y el moro, para facilitar el traspaso.

En condiciones normales, al no tener ninguna vinculación familiar con Gran Bretaña, Novak habría tardado seis años en obtener la nacionalidad.

Sin embargo, la Federación Internacional de Tenis (ITF) exige únicamente dos años de residencia para poder competir al año siguiente bajo otra bandera. Es decir, habría podido jugar en tres años (2009). Todo habría podido ir, incluso, más rápido, ya que Montenegro había solicitado la independencia de Serbia y Djokovic podría argumentar que el equipo por el que competía ya no existía y, por tanto, jugar con otro. Ya se sabe que, hecha la ley, hecha la trampa.

Un mes más tarde llegó Roland Garros. Y Novak alcanzó los cuartos de final. La Federación Serbia, consciente de que podían perder a su joven 'perla', empezó a presionar a la familia. Las relaciones entre la federación y los Djokovic siempre han sido conflictivas (la familia siempre se quejó de que no habían invertido en Novak pero sí estaban ahí para apropiarse de sus éxitos).

En París 'Nole' llegó a admitir que “hay mucha presión. De mi país, de los medios de comunicación, de la gente... No quiero volver a hablar ni pensar en esto”.

Y, tras meses de espera y tensiones, con Wimbledon de por medio, la familia Djokovic se decidió. “Nos quedamos por amor a Serbia”, afirmó Srdjan, el padre del tenista en una entrevista para el rotativo serbio 'Kurir' en julio de 2013. Un golpe para la LTA.

¿Se imaginan cómo habría sido el circuito con el binomio Murray-Djokovic uniendo esfuerzos y talento?