El circuito WTA sigue siendo ingobernable

Ons Jabeur, la única integrante del top-10 en semifinales tras ganar a Marie Bouzkova (3-6, 6-1 y 6-1)

Jabeur se medirá a Tatjana Maria, que a sus 34 años y tras ser madre es la gran revelación de Wimbledon

Badosa en el duelo frente a Halep

Badosa en el duelo frente a Halep / AFP

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La WTA es ingobernable. Pasan los años, se suceden las aspirantes y ninguna tenista parece capaz de dominar de forma fiable el circuito femenino. La presente edición de Wimbledon sirve como enésima prueba. La tunecina Ons Jabeur, segunda raqueta mundial en la actualidad, ya era la única del top-10 en cuartos de final y este martes se clasificó para semifinales tras remontar a la checa Marie Bouzkova (3-6, 6-1 y 6-1).

La polaca Iga Swiatek, primera raqueta mundial con más de 4.000 puntos de ventaja, cayó en tercera ronda frente a la francesa Alizé Cornet (37). Venía de ser la única integrante del top-10 que accedió a octavos en Roland Garros, si bien se proclamó campeona. Sobre el césped del All England Club, sin embargo, la polaca mordió el polvo a las primeras de cambio al igual que otras nueve cabezas de serie: Kontaveit, Sakkari, Badosa, Pliskova, Collins, Pegula, Muguruza y Raducanu.

Tanta inestabilidad, por otra parte, abre la puerta a gestas como la de la alemana Tatjana Maria, que ayer se clasificó para las semifinales tras derrotar a su compatriota Jule Niemeier (4-6, 6-2 y 7-5) y está a dos partidos de convertirse en la segunda madre campeona en Wimbledon. El último precedente se remonta a 1980, con la australiana Evonne Goolagong como protagonista.

La historia de Maria, 103 del mundo, es extraordinaria. Nunca había superado la tercera ronda en un major, en marzo estaba fuera del top-250 y ahora es la sexta mujer que accede a las semifinales de un Gran Slam después de los 36 años.