Cambio de guión en el circuito masculino

Novak Djokovic y Andy Murray

Novak Djokovic y Andy Murray, fuera del 'top ten' / EFE

Neus Yerro

Carpe diem. O lo que es lo mismo: aprovechar el momento presente sin pensar en lo que nos pueda deparar el futuro. Es lo que están haciendo Rafa Nadal y Roger Federer ahora que vuelven a estar en lo más alto, con 31 y 36 años, respectivamente, cuando hace un año los dos se encontraban en el dique seco y sin saber si volverían a recuperar su mejor nivel.

El tiempo les ha demostrado que sí y su retorno ha significado el renacer de la era dorada y la demostración al resto de rivales de que incluso los más grandes saben sufrir para volver a recuperar su estatus. En el caso del balear, además, es ya el tercer renacer de su carrera. Nadie había cerrado el año en el número uno nueve campañas después de haber accedido a la cúspide por primera vez. Otro récord que añadir a los excepcionales registros de Nadal

El circuito profesional masculino ha vivido un giro de guión de 180 grados en 2017 invirtiéndose los papeles. Y quienes mandaban hace un año... desaparecen al tiempo del ‘top ten’. Una situación que ya conoció Andy Murray en octubre de 2014 tras una lesión de espalda que le impidió rendir el año anterior. Y que ahora experimenta, una década más tarde, Novak Djokovic.

Al ser despojados de los puntos que defendían del año pasado de las Finales ATP que darán inicio este domingo en el O2 de Londres (el sorteo de grupos, mañana), el británico y el serbio han protagonizado los descensos más vertiginosos en la clasificación.

Baja 13 posiciones el escocés, que ganó el título en el O2 de Londres en 2016, y se sitúa en el número 16... el mismo que ocupaba hace un año Federer, hoy, segunda raqueta mundial pase lo que pase en el Masters (incluso ganando el título sin perder un partido quedaría 140 puntos por detrás de Rafa).

‘Nole’, por su parte, bajó cinco plazas y es décimosegundo... su peor ranking desde marzo de 2007. 

El próximo año Murray y Djokovic tienen ante sí el reto de regresar a la cima. A ver cómo les va...