MasterChef: Adrían, hundido al recordar cómo fueron sus 3 meses en prisión

MasterChef, de vez en cuando, también nos regala momentos emocionantes y cargados de sentimiento como el que ayer protagonizó Adrián. El concursante vasco, que se apoyó en Verónica de cara a la prueba, no solo ganó un premio que consistió en un contrato de prácticas de 3 meses en el restaurante que MasterChef tiene en Madrid: también se abrió en canal al recordar cómo fueron sus meses en prisión.

Adrián pasó su juventud en un barrio muy conflictivo: "a mi me encanta, pero al final, si no te pegas, te pegan. El barrio, la calle. Tienes que andar un poco avispado. Y ahora estoy aquí. Es un sueño para mí, una segunda oportunidad". Es cierto que define a su infancia como bonita, pero todo se torció cuando su padre murió en accidente de moto". Entonces, su carácter cambió y comenzó a meterse en peleas: "al final una se descontroló, me defendí y le hice una serie de lesiones que no tenía dinero para pagar. Y cuando eso ocurre, pues me meten en prisión 3 meses".

En la cárcel pasó fatal, se vio solo y descubrió que algo había tenía que cambiar: "es una etapa que no se la deseo ni a mi peor enemigo, una etapa difícil, dura, complicada... Una etapa que no hay que vivirla".

De ahí que crea que MasterChef, para él, es como una segunda oportunidad con la que empezar una nueva vida alejado de los problemas con la justicia. Y por supuesto, se arrepiente de pegar a la gente, y sobre todo, de mantener a su madre despierta cada noche por no saber qué era de su hijo.