La isla de las tentaciones 2: Inma y Ángel han roto pese a abandonar de forma temprana juntos

Inma y Ángel abandonaron <strong>La isla de las tentaciones 2</strong> de forma temprana cuando la sevillana pidió una hoguera de confrontación con su chico por no aguantar estar lejos de él, pero su primera intervención en el especial '3 meses después' ha dejado claro que no todo fue tan bonito como finalizó por aquel entones: "estoy regular, últimamente lo he pasado mal (...). Lo que nadie se esperaba es que mi relación con Ángel ha finalizado, y me ha afectado mucho".

Según su relato, tras volver del programa y regresar 'mucho menos celosos', se produjo una bronca entre ambos y se rompió la relación. La pelea parece que no fue para tanto, y que podría haber tenido solución fácil: "por una rencilla no se deja a una pareja", explicó Inma a Sandra Barneda; además, confesó estar enamorada aún de su ex novio, pero la situación es mucho más compleja de lo que en un primer momento parecía: "solo quiero una explicación".

Llegó el turno de Ángel, que entró al salón para ver a Inma por primera vez desde la ruptura: "hemos acabado muy mal. Ya se lo dije en un mensaje". Ella le reprochó que no se lo dijera a la cara: "hemos tenido una relación súper bonita y que no me lo hayas dicho antes de aquí...". Él afirmó que el problema es que Inma no paraba de faltarle el respeto ni de pisotearle, algo que ella negaba tajantemente. Eso sí, también confirma la hipótesis de que fue una discusión tonta, como bien le dijo la sevillana: "todas las parejas tienen discusiones (...), y me parece que esto es una excusa".

¿Qué línea pasó Inma según Ángel? "No puedo estar con una persona que se pone celosa por respirar al lado de una chica", confirmó el joven, aunque también admitió seguir queriéndola y estar enamorado de ella. Esta última ve claro lo ocurrido: "todo ha sido una falta total de comunicación. No sabes lo mal que lo he pasado estos últimos 20 días". Mientras tanto, Ángel no ve solución posible para la pareja, porque se ha superado un límite y ya no hay vuelta atrás.