Rusia exigirá que las empresas tecnológicas tengan presencia en el país

Para muchos detractores del país, lo harán para controlar el contenido que se emite

Sin embargo, muchos otros piensan que lo que buscan es que tributen sus ganancias en el país

SPORT.es

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Rusia se está poniendo seria con sus exigencias de que las empresas de tecnología extranjeras se establezcan dentro de sus fronteras. La compañía de telecomunicaciones del país, Roskomnadzor, ha pedido a 13 empresas extranjeras, en su mayoría estadounidenses, que establezcan sedes oficiales rusas para 2022 para que puedan cumplir con una ley que entró en vigor el 1 de julio. La lista incluye nombres tecnológicos familiares como Apple, Google, Meta (Facebook), Telegram, TikTok y Twitter.

La ley exige oficinas locales para "empresas de Internet" con más de 500.000 usuarios diarios. Sin embargo, algunas de las empresas ya tienen oficinas y no está claro qué constituye una presencia oficial. Aquellos que se considere que violan la ley podrían estar sujetos a prohibiciones completas o límites en sus anuncios, recopilación de datos y transferencias de dinero.

La preocupación es que Rusia podría usar la ley para ejercer más control sobre esas empresas y su contenido. Rusia se ha enfrentado con Apple varias veces, por ejemplo, incluida una multa por abusar de la situación monopolística de la App Store; esta ley podría dar a los funcionarios más influencia. La medida también podría ayudar a Rusia a presionar a las empresas para que censuren el contenido que el gobierno considere objetable, como las publicaciones en las redes sociales que respaldan a la oposición política al régimen de Putin.

El anuncio hace que una situación complicada sea mucho más difícil. Rusia es un mercado importante que algunas empresas no siempre pueden permitirse perder, pero cumplir con la solicitud también podría significar permitir la censura y otros abusos de derechos. Es posible que las empresas pronto tengan que tomar decisiones dolorosas independientemente del resultado.

Por otro lado, está la visión de que Rusia solo quiere que las empresas facturen los beneficios lgorados en el país, dentro del país. Hasta ahora, tal y como pasa con Europa, facturan sus ganancias en lugares dónde es mucho más barato que realmente en el lugar real donde opera la empresa.