Supercopa: un título para ganar calma

Si algo necesita el Barça es títulos, por pequeños que sean, para ir demostrando que el proyecto de reconstrucción, iniciado bajo el infinito cráter de un Camp Nou sin Messi, transita por la senda adecuada

“Es una final, prácticamente. No, no siento que seamos favoritos. Tenemos un título a dos partidos, sería un título que daría moral, confianza y tranquilidad”, asegura Xavi

Xavi Hernández: "Queremos estar en la final. Tenemos mucha ilusión"

El técnico del FC Barcelona habló en rueda de prensa antes de la semifinal de la Supercopa de España ante el Betis / RFEF

En una ciudad, Riad, donde el fútbol es, sobre todo, un negocio -aquí habita desde hace días Cristiano Ronaldo- se asoma esta jueves el Barça para librar la semifinal de la Supercopa, un torneo que ejemplifica como ningún otro el nuevo rumbo que toma la pelota. Sigue ahora el dinero de Arabia Saudita como hace menos de un mes perseguía el tesoro financiero de Qatar.

“Somos profesionales de este deporte y hay un negocio que nos hace venir hasta aquí”, dijo un comprensivo Xavi con la decisión de disputar la Supercopa lejos de España. “Todos salimos beneficiados por venir aquí, todo el fútbol español. Hay cosas positivas y cosas negativas. También había mucha crítica a Catar y luego la gente que ha ido allí ha visto que no era para tanto”, añadió el técnico azulgrana.

Juega el líder de la Liga contra el campeón de Copa de la pasada temporada. Juega el Barça de Xavi, un entrenador que lleva poco más de un año trazando sus primeros pasos en la elite, ante el Betis de Pellegrini, un técnico que conoce el oficio como pocos, capaz de levantar equipos competitivos sin importarle donde esté. Ya sea Inglaterra o España.

Si algo necesita el Barça es títulos, por pequeños que sean, para ir demostrando que el proyecto de reconstrucción, iniciado bajo el infinito cráter de un Camp Nou sin Messi, transita por la senda adecuada. Supone, además, para Xavi la posibilidad de vivir su primera final, expulsado como ha sido en dos ocasiones de la Champions, una de la Europa League y otra de la Copa del Rey, además de la Supercopa de España del pasado curso. Torneos cortos, de máxima exigencia, donde el más mínimo error te deja en la calle. Torneos que no admiten, por lo tanto, duda alguna.

Previa Betis - Barcelona OK

Previa Betis - Barcelona OK / SPORT

Se juega esta noche algo más que una semifinal en la meseta del desierto, en una urbe de casi ocho millones de habitantes, zarandeada por inacabables atascos que transforman el más pequeño de los desplazamientos en una larga odisea. Algo más que un partido porque el Barça, que deambula por una época mísera de trofeos (una Copa en los dos últimos años), no puede despreciar nada. Nada es nada. “Es una final, prácticamente. No, no siento que seamos favoritos. Tenemos un título a dos partidos, sería un título que daría moral, confianza y tranquilidad”, apuntó Xavi.

Tranquilidad es lo que necesita su proyecto para ir asentándose y mitigar el drama de quedarse eliminado de la Champions por segundo año consecutivo en la primera fase. Ni ha llegado a los duelos directos. Por eso, exige máximo cuidado en los pequeños detalles y especialmente ante el Betis. “Para mí, es uno de los equipos que mejor juega a fútbol en la Liga”, proclamó Xavi, quien enumeró la larga lista de elogios (“son muy buenos técnicamente, Canales, Fekir, tienen un doble pivote muy bueno, con Guido y Carvalho, son fuertes físicamente…”) del equipo de Pellegrini. Para quebrar tanta resistencia hay una fórmula. “Sin balón ellos sufren. Tenemos que dominar el partido con la pelota”, dijo admitiendo que eso no se dio en la hora final del duelo con el Atlético que consolido el liderato en la Liga.

Hay algo que, según Xavi, resulta innegociable, a pesar de las críticas que recibió el Barça por esos momentos de angustia que vivió en el Metropolitano. “Se ha hablado mucho de la identidad estos días. Pero nosotros lo que no ¡queremos perder nunca la identidad, atacar, jugar en campo contrario, buscar el 2-0…”, comentó Xavi, consciente de que se enfrenta a una semana delicada. “En cuatro días podemos tener un título. Tengo una ilusión tremenda. Tengo muchísimas ganas. Si no hay títulos esta temporada me vais a matar”, afirmó con una sonrisa. Una sonrisa delatora porque contenía la gran verdad de un torneo traicionero para el Barça, que se ha quedado en blanco en las tres últimas ediciones. Ni con Valverde pudo ganarlo. Ni con Koeman. Ni tampoco con Xavi. "Si lo perdemos sería una decepción. No hay que poner paños calientes", confesó el técnico.