El Barça de los centrocampistas coge vuelo en Riad

El conjunto azulgrana pasó por encima del Real Madrid y conquistó su decimocuarta Supercopa de España

Xavi Hernández volvió a apostar por los cuatro centrocampistas y la moneda volvió a salir cara

Las notas de la segunda mitad del Real Madrid - Barça de la final de la Supercopa de España

Las notas de la segunda mitad del Real Madrid - Barça / SPORT

Albert Gracia

Albert Gracia

El Barça de Xavi Hernández y de los cuatro centrocampistas se coronó en Riad con una actuación memorable. Los azulgranas olvidaron las dudas, la pólvora mojada y las debilidades defensivas y demostraron que no hay arma más destructiva que bailar junto al balón. Y hay pocos que lo cuiden tanto o más como Busquets, Frenkie de Jong, Gavi y Pedri. El Barça es más Barça cuando los centrocampistas son muy protagonistas.

El técnico egarense juntó a todos los 'jugones' de los que dispone y el resultado fue una auténtica exhibición de juego. El equipo estuvo más junto, más asentado, con más capacidad para llegar a la presión y con más peligro por dentro, por donde se movieron los mediapuntas Gavi y Pedri como quisieron. Ambos fueron un desequilibrio constante para la sala de máquinas blanca.

Si al control de los cuatro se le suma, además, esa presencia en el área y la velocidad y el hambre de gol de Dembélé y Lewandowski, la fórmula adquiere otra dimensión. El polaco vio portería, pero fueron Gavi y Pedri los protagonistas. El canario y dio los otros dos, mientras que el segundo anotó el tercero.

Tercer partido con cuatro centrocampistas, tercera victoria. Probó Xavi Hernández ante el Athletic Club y la fórmula salió; repitió ante el Atlético y el Barça asaltó el Metropolitano; y volvió a darle bola ante el Real Madrid y el resultado ha sido una exhibición mayúscula, propia de un equipo que ya está pero que quiere ser más.

El título da esperanza al conjunto azulgrana de cara al futuro de esta temporada y confirma que cuando los Gavi, Pedri, de Jong y compañía se juntan en torno al balón el Barça siempre suele salir beneficiado. Los cuatro controlaron el partido como quisieron, calmaron cualquier intento del Real Madrid de sobrevivir y finiquitaron el partido metiéndole esa sexta marcha necesaria. Un equipo que, parece, ha encontrado una estructura sobre la que construir, al menos ante equipos 'grandes'.