'SúperAdrián' tiñe de 'red' la Supercopa

Albert Gracia

Hace unos días no tenía equipo. Klopp lo reclutó para ser el suplente de Alisson y va y se convierte en el gran héroe del Liverpool, haciéndole supercampeón de Europa. El fútbol tiene esto. De la nada al todo. Adrián pasó del ostracismo regalándole el empate al Chelsea en la prórroga a llevarse la foto del triunfo parando el penalti decisivo en la tanda. El cuadro 'red' ganó el primer título de la nueva temporada ante un cuadro 'blue' que convenció y que mereció mejor suerte.  

Algunos esperaban un baile del Liverpool, una exhibición aplastante ante un equipo que venía de recibir un ‘póker’ ante uno de los peores United de los últimos años. No fue justo el resultado, sí. Pero ahí está. Y ante todo y todos salió el Chelsea a demostrar que esta final había que jugarla. Lampard se dejó de experimentos y tiró de la vieja guardia ‘blue’: Mount y Abraham al banquillo y turno para Kanté y Giroud.

El cambio no le fue nada mal. Los ‘reds’ salieron bien al partido, como casi siempre, pero el Chelsea tenía mucho que decir. Con N’Golo poblando y barriendo en el centro del campo, el Liverpool tuvo más que problemas para poder llegar a la meta de Kepa. La primera vez que lo hizo fue pasado el cuarto de hora con un mano a mano que Salah, más rápido que Emerson, no pudo resolver.

Fue la primera y única en un inicio de mucho masticar. Con el paso de los minutos, el cuadro de Lampard se hizo fuerte y comenzó a discutirle el mando a un Liverpool espeso sin la figura de Firmino, clave en el engranaje de Klopp. Con el dominio ‘blue’, las ocasiones no dejaron de llegar. Primero fue Pedro con un disparo que repelieron entre Adrián y el travesaño y luego Pulisic y Kovacic, que no estuvieron acertados en el área.

El canario volvió a demostrar que es un hombre de finales y fue uno de los grandes protagonistas del Chelsea en la primera mitad. Al igual que Kanté. El galo se hartó a robar balones y a desajustar el entramado defensivo del Liverpool con sus desmarques al espacio. ¿Por qué no jugó ante el United? Buena pregunta.

El francés robó, robó y robó y fue clave en el tanto que abría el marcador. N’Golo birló el esférico, se lo cedió a Pulisic y el estadounidense tuvo pulso de cirujano para telegrafiar una asistencia de lujo para Giroud, que no falló. Tras el tanto, fue el Chelsea el que siguió con su cometido ante un Liverpool irreconocible que las veía venir. El flanco diestro defensivo hacía aguas y Pulisic se movía entre Matip y Gomez como pez en el agua. El ex del Dortmund anotó el 0-2 pero estaba en fuera de juego. El Liverpool necesitaba un cambio de cara radical. 

Un inicio vertiginoso

Y sucedió. En la reanudación, Klopp hizo un ‘reset’ e introdujo a Firmino. Mané pasaba al extremo. El brasileño lo iba a dinamitar todo. Ubicado en la mediapunta, Roberto se dedicó a hacer temblar a toda la zaga ‘blue’ y, de paso, le brindó el empate a Mané, que solo tuvo que empujarla. El Liverpool comenzaba a ser el Liverpool con la presencia de Firmino.

Tras el tanto del empate, los chicos de Klopp continuaron con el asedio y en unos primeros quince minutos de segunda parte vertiginosos tuvieron opciones de sobras para darle la vuelta al marcador. El Chelsea esperaba su momento. Y le llegó. Con el paso de los minutos, la asfixia 'red' fue remitiendo al tiempo que los 'blues' iban ganando terreno. Pedro volvía a ser el comandante de las fuerzas. El canario, junto a Kanté, se echó el equipo a la espalda y ordenó a los suyos subir líneas. Con ello, el Chelsea tuvo ocasiones y muy buenas para igualar las fuerzas. Pero nadie pudo salvar la prórroga. 

Una prórroga que no empezó nada bien para los intereses londinenses. Y es que poco tardó Mané en llevar una asistencia de Firmino a la escuadra. El senegalés volvía a hacer daño aprovechando el enésimo pase del brasileño. Aun así, el último cuarto de hora de partido había sido 'blue' y el tiempo extra, también. Así, el Chelsea aprovechó un penalti absurdo de Adrián para volver a empatar el partido. 

Y a punto estaría de, incluso, llevarse el triunfo si Abraham y Mount, que jugaron un gran encuentro, hubieran sido certeros. El Liverpool, por su parte, estaba 'KO'. Todo se iba a decidir en los penaltis y ahí aparecía un héroe inesperado. Adrián, que había errado antes, acertó en el último penalti y dio la Supercopa a su equipo. Tremendo.