Liverpool-Chelsea: Europa, 'Kingdom' de la Premier

El estadio del Besiktas acoge hoy la Supercopa

El estadio del Besiktas acoge hoy la Supercopa / Perform

Arnau Montserrat

Estambul se erige como la sede central de la fiesta inglesa. El punto culminante a un año donde los equipos ingleses dominaron Europa. Tanto en la Champions League como en la Europa League. De hecho, las dos finales de las dos competiciones más importantes del panorama europeo fueron finales ‘Made in Premier League’. Como para no estar orgullosos del logro.

Europa es sin duda el reino de la Premier. Recoge el legado de la liga española que le tenía tomado el gusto a la competición. De hecho, nueve de los últimos diez campeones han sido equipos españoles y hasta en cuatro ocasiones los dos equipos eran de la Liga Santander. No hace falta ir más allá que la edición de la temporada pasada donde el Atlético de Madrid le endosó cuatro goles a un Real Madrid de Lopetegui que daba los primeros síntomas de cómo iba a desarrollarse la temporada.

Un dominio incontestable que se ha topado con un Liverpool imparable en la Champions League y un Chelsea que en estos momentos es una caja de sorpresas. La marcha de Hazard le dan sin lugar a duda, el papel de favorito a los de Anfield.

Dinámicas opuestas

Los dos flamantes campeones llegan en situaciones bien distintas, después de que sus estrenos en la Premier League hayan supuesto resultados y sensaciones contrapuestas.

El Liverpool se planta en Estambul tras un verano tranquilo en el que no ha perdido a ninguna pieza clave, sin apenas gasto y con un arranque liguero que ha continuado con la tónica de la campaña pasada. 4-1 al Norwich City con Mohamed Salah y Virgil Van Dijk ya perforando las redes del rival.

Las únicas preocupaciones para Jürgen Klopp son las que pueden desestabilizar una temporada entera y ante las que menos puede encontrar respuesta, las lesiones. Una baja en un puesto sensible puede trastocar los planes del alemán y el primer contratiempo llegó contra el Norwich, con el problema en el gemelo que sacó a Alisson del campo. La lesión del brasileño, que según confirmó Klopp le tendrá varias semanas fuera, dará la titularidad a Adrián San Miguel, que firmó días atrás con el Liverpool, y obligará a los ‘Reds’ a traer un tercer portero.

Precisamente su rival de este miércoles también tiene un problema en la portería, pero porque son incapaces de hacer goles. La tremenda goleada (4-0) en Old Trafford con la que Frank Lampard ha comenzado su andadura en el Chelsea ha destapado las carencias de un equipo al que Maurizio Sarri dio estabilidad y en el que la leyenda ‘Blue’ tiene mucho trabajo por delante.

Sin la opción de fichar por la sanción de la FIFA, el Chelsea tiene que conformarse y reconstruirse con lo que tiene y para ello necesita que N’golo Kanté se recupere físicamente -ya disputó minutos contra el United- y que Giroud recupere el olfato que le llevó a ser el mayor goleador de la Liga Europa.

Una final histórica

Desde que en el año 1998 se estableciera el formato de final a partido único, 12 han sido los equipos que han logrado levantar el trofeo de la Supercopa de Europa, antes conocida como Recopa de Europa que dejó de existir en el año 2000. El Barça lidera la tabla de tofeos conquistados con cinco, los mismos que el Milán que ha sido subcampeón en dos ocasiones por cuatro de los azulgranas.

Sin embargo, de todas las finales disputadas del torneo, será la primera vez que los dos equipos finalistas sean ingleses. Nunca antes se había vivido tal hecho. Casualmente, los dos únicos equipos de la Premier League que han ganado el torneo desde que se disputa a partido único han sido Chelsea en 1998, la primera edición, y Liverpool por partida doble, en 2001 y 2005. 

A parte de España e Inglaterra, Italia también tiene el honor de tener en su historia una final monopolizada por sus equipos. Fue en la ediciones de 1990 y 1993, las dos con el Milan de protagonista. Sampdoria y Parma acompañaron respectivamente  al conjunto ‘rossoneri’.

Así pues, Estambul y concretamente el estadio del Besiktas, vibrarán con una final histórica para certificar que el reino de Europa tiene propiedad y es inglesa. El Liverpool quiere redondear un año de ensueño en que volvieron a ser temidos como antaño con una demostración de poderío pocas veces vista como la que dio ante el Barça en aquella fatídica noche de Anfield. Quieren sellar su dominio absoluto en Europa que por contrapartida no se ha trasladado a las competiciones domésticas donde allí domina el City de Pep Guardiola. 

El Chelsea necesita el triunfo para subir una moral en horas bajas tras el verano. Con la ‘legend’ Lampard en el banquillo, todo es posible.